jueves, junio 19, 2014

201º Aniversario de la muerte de Manuel Belgrano


 Veintes de junio 

art. 1°



 
Manuel Belgrano  sg. su chozno

“¡Ay, pobre Patria mía!”
Según nos enseñaron, 
las últimas palabras oídas a Manuel Belgrano.



En nuestra infancia los 20 de junio no tenían el sabor de los feriados puente…

Los 20 de junio tenían el brillo de la humedad en el empedrado cuando nos llevaban al acto del colegio en el frío del patio o el frío del salón de actos.

Desde Primero Superior esperábamos llegar a Tercero para la Jura y jurábamos sin declamaciones, pero con gran sentimiento patrio que nos era inculcado por nuestros padres y nuestros maestros.



1º Superior  - Escuela Dominguito















Los 20 de junio tenían la emoción del silencio cuando cantábamos el Himno y al izar, arriar o llevar la bandera, las que éramos abanderadas, sentíamos a todo el colegio entonando Aurora, tal vez la canción más emotiva del repertorio patriótico.



Foto típica de grado con Señorita Santos           


Y se dedicaban a él porque había nacido en Buenos Aires el 3 de junio de 1770 y en donde moriría el 20 de junio de 1820. 

Porteño, de padre comerciante italiano Domingo Belgrano y Pérez [o Peri] y de madre criolla María Josefa González Casero, fue el cuarto de dieciséis hermanos. 

Se educó en el Real Colegio de San Carlos en donde aprendió gramática latina, filosofía y teología.

Fue enviado a estudiar Leyes a  Salamanca y al diplomarse, trabajó en la Cancillería de Valladolid.

En esa época se empezó a interesar por los estudios de economía, especialmente las ideas del liberalismo.

"Confieso que mi aplicación no la contraje tanto a la carrera que había ido a emprender, como en el estudio de los idiomas vivos, de la economía política y al derecho público".


Cuando estalla la Revolución Francesa, se entusiasma con sus ideales de Libertad – Igualdad – Fraternidad.



"Se apoderaron de mí las ideas de libertad, igualdad, seguridad, propiedad, y sólo veía tiranos en los que se oponían a que el hombre, fuese donde fuese, no disfrutase de unos derechos que Dios y la naturaleza le había concedido, y aun las mismas sociedades habían acordado en su establecimiento directa o indirectamente."

En 1793 fue designado Secretario perpetuo del Consulado de Buenos Aires, organismo técnico con funciones económicas relacionadas con el comercio y la producción. 

Desde ese cargo Belgrano desarrolló la gran promoción de la industria colonial, con incremento y mejora de las actividades agrarias y estímulo del comercio.

Pero se encontró -como muchos intelectuales y creativos- con una realidad diferente:

"Mi ánimo se abatió –dirá- y conocí que nada se haría a favor de las provincias por unos hombres que por sus intereses particulares posponían el del común."


En 1799 logró que, por su iniciativa, se fundara en 1799 la Escuela de Geometría, Arquitectura, Perspectiva y Toda Especie de Dibujo bajo la Dirección de Juan Antonio Hernández, que funcionaría en el mismo edificio que la Escuela de Náutica con Pedro Antonio Cerviño que ganó su puesto de Director en un concurso de oposiciones.

Estas escuelas estaban abiertas a todos sin distinción de origen social o racial.

En 1794 publicó las traducciones de Máximas generales del Gobierno económico de un Reyno Agricultor de François Quesnay y en 1796 Principios de la ciencia económica-política y fue un gran difusor del liberalismo económico de Adam Smith.

Entre 1801 y 1802 colaboró en el Telégrafo Mercantil .

Durante las invasiones inglesas consideró, como otros, que era el momento oportuno para promover la Independencia y se volcó a las armas para defender su ciudad.


Esa parte de la juventud de Belgrano es casi desconocida…

Ya después de participar en los días fragorosos de la Revolución de Mayo, sus actividades patriotas son más conocidas: Vocal de la Primera Junta.

Ya Instalada la Primera Junta, propuso la creación de escuelas de Matemáticas, de Diseño y de Comercio.  En septiembre de 1810 la Escuela de Matemáticas comenzó a funcionar en el mismo edificio de la de Náutica bajo la dirección del Cnel. Ing. Felipe Sentenach, de gran actuación durante la invasiones inglesas.

Luego fue nombrado Jefe de Comando de la Campaña al Paraguay para difundir la Revolución porteña. Fue en esta campaña en que decidió utilizar los colores de la escarapela para crear, en febrero de 1812, un emblema distintivo de las tropas patriotas que fuera confeccionado por una dama del lugar e izada en las barrancas del Paraná por Cosme Maciel, vecino también del lugar. Tardaría un tiempo para que fuera considerada como nuestra bandera nacional que llevaría a la campaña al Norte con sus triunfos y sus derrotas, bandera que también sufrió sus vicisitudes.













En enero de 1814 Manuel Belgrano se encuentra con José de San Martín en la posta de Yatasto, en San José de Metán, actual Provincia de Salta para entregarle, según las órdenes del Segundo Triunvirato, el comando de sus tropas,  luego de las derrotas de Vilcapugio y Ayohuma. Entrega que, según cuentan los estudiosos de la vida de Belgrano no creó ningún resentimiento en él, todo lo contrario.


Ese mismo año el Director Supremo Gervasio Antonio de Posadas lo envió en misión diplomática junto a Bernardino Rivadavia. Pasaron primero por Río de Janeiro y después a Europa con destino principal Londres y Madrid. En esa misión ambos se pusieron en contacto en médico, botánico y naturalista Aimé Jacques Alexandre Goujaud Bonpland [conocido aquí como Amado o Amadeo Bonpland, La Rochelle, Francia, 1773 - + Santa Ana, 1858], que ya había estado en América y estaba pensando volver, luego de la caída de Napoleón. Lo convencieron para que viniera a nuestra Patria a estudiar la naturaleza.  

Aimé Bonpland


     Bonpland aceptó y llegó a Buenos Aires, en donde se radicó, a fines de enero de 1817. Al año siguiente fue nombrado Profesor de Historia Natural de las Provincias Unidas que realizaría diversos estudios con una vida muy riesgosa. Finalmente partió al noreste y, luego de muchas peripecias, murió en Santa Ana, actual Bonpland en la provincia de Corrientes.





En 1816 Belgrano en Tucumán va a tener gran protagonismo instando, al igual que José de San Martín a que se acelere la Declaración de la Independencia.


Nunca se casó  -a punto tal que muchos hasta hace pocas décadas no era tratada su vida privada como si hubiera una homosexualidad o asexualidad oculta...

En realidad era un galán destroza corazones.

 


Cuando él volvió de España en 1802 tuvo un gran amor con la joven de entonces diecisiete años María Josefa Ezcurra [Buenos Aires, 1785 -+ 1856], la hermana de Encarnación -esposa de Juan Manuel de Rosas-. María Josefa fue obligada a casarse en 1803, contra su voluntad, con un primo venido de España, que se volvió a su tierra después de la Revolución de Mayo.  

María Josefa Ezcurra












De este modo  María Josefa tuvo el terreno libre y, contrariamente a las costumbres de la época, lo siguió a Belgrano adonde iba... En 1813 quedó embarazada en Tucumán y tuvo su hijo en Santa Fe, hijo que, al no ser reconocido, fue criado por los Rosas – Ezcurra en la estancia de Cañuelas y a quien finalmente Don Juan Manuel cuando ya su padre había muerto le contó la verdad: Pedro Pablo Rosas y Belgrano, que llegó a Coronel.

Cnel. Pedro Pablo Rosas y Belgrano,
         criado por la Flia. Rosas - Ezcurra 














Otro de sus jóvenes amores fue María Dolores Helguero Liendo [1819 -1866], a quien conoció en Tucumán en el festejo de la Declaración de la Independencia y fue amor a primera vista. 

Ella, de dieciocho años, casada por obediencia a los mandatos familiares y abandonada, y él, 46. 

En mayo de 1819 nació su única hija Manuela Mónica del Corazón de Jesús. Belgrano recién la conocería en diciembre, la haría venir a Buenos Aires y su hija sería criada por sus tía Juana Belgrano y su tío Joaquín y su esposa.
Manuela Mónica Belgrano Liendo
Pintura: Prilidiano Pueyrredón














También se le atribuyen amores con la francesa Isabelle Pichegru cuando estuvo en 1814 en la misión diplomática en Europa.

Siguió desarrollando actividades políticas y diplomáticas. 

En 1919 logró la firma del Pacto de San Lorenzo entre Estanislao López, en representación del Litoral y Buenos Aires.

Le volvieron a asignar el Comando del Ejército del Norte con el beneplácito de la tropa.

Pero muy avanzada su enfermedad de hidropesía se instaló en Buenos Aires en donde murió en la total pobreza... pero su dignidad no le permitía deberle a su médico, a quien le dio su reloj porque su estado financiero paupérrimo no le permitía pagarle, a punto tal que, una vez fallecido, uno de sus hermanos, tuvo que sacar el mármol del toilette del tocador para poder hacer la lápida... 

El dinero que había ganado después de Salta y Tucumán lo había donado para que se hicieran cuatro escuelas. La última se terminó de licitar en la década de los noventa del Siglo XX.

“Nadie me separará de los principios que adopté cuando me decidí a buscar la libertad de la patria amada, y como éste solo es mi objeto, no las glorias, no los honores, no los empleos, no los intereses, estoy cierto de que seré constante en seguirlos.”


Belgrano tuvo la dignidad de dar su reloj ante la impotencia por no poder retribuir a su médico. 




Ese reloj fue donado al Museo Histórico Nacional.

En 2007 fue robado por una familia que se dedicaba a ese tipo de hurtos, identificados y condenados y fue despedido del Museo quien denunció el robo. 

Hasta hoy el reloj no apareció. 

Su chozno Manuel Belgrano manifiesta su indignación e impotencia de esta manera: 





"Fue algo terrible, tanto por el robo como por el descuido del Museo. 

El ladrón es ladrón, pero el Museo no puede descuidar una pieza de esa magnitud [...] 

Una indignación y una impotencia terribles

Pero no fueron sentimientos míos, sino de todo el pueblo argentino..."

Muchas cosas de éstas no nos las enseñaban y no sé si las enseñan en las escuelas. 

Tampoco nos enseñaba que Aurora, la canción a la bandera que aún me hace llorar, había sido encargada por el Presidente José Figueroa Alcorta al músico Héctor Panizza la composición de una ópera para ser estrenada en el nuevo Teatro Colón. 

Compuesta en Milán e inspirada en un hecho trágico de esa ciudad relatado por Héctor Cipriano Quesada y Luigi Illica, fue denominada así por el nombre de la protagonista femenina que simboliza el nacimiento de nuestra Nación. 

No olvidemos que nacer  y nación tienen el mismo origen!!

       La ópera tiene un tinte italiano no sólo por donde se compuso sino porque Illica, uno de los autores del texto, era libretista de Giacomo Puccini. La parte instrumental se completó en Londres.

        En el debut fue interpretada por cantantes italianos: Cesare Assanti, Amedeo Bassi, Giuseppe La Puma y Titta Ruffo llegados especialmente a Argentina.

Aurora fue representada por primera vez el 5 de septiembre de 1908 en el Teatro Colón de Buenos Aires, recién inaugurado. 

Mientras se levantaba el telón se oía la voz del tenor Amedeo Bassi cantando el aria en italiano.


Alta pel cielo, un'aquila guerriera,
Amedeo Bassi
ardita s'erge in volo trionfale.
Ha un'ala azzurra, del color del mare,
ha un'ala azzurra, del color del cielo.


Così nell'alta aurora irradiale,
il rostro d'or punta di freccia appare,
porpora il teso collo e forma stelo,

l'ali son drappo e l'aquila è bandiera.
È la bandiera del Paese mio,

             nata dal sole; e ce l'ha data Iddio!




Ver link: http://youtu.be/x4S39CpQgeg

 

En 1945 el Presidente de facto Edelmiro Julián Farrell estableció por decreto que a partir del 9 de julio de 1945 el aria de Aurora fuera, con el título Saludo a la bandera, la canción oficial a la bandera de interpretación obligatoria en los actos oficiales y en todas las escuelas. 

Nosotros la seguimos llamando Aurora y nos sigue emocionando como cuando éramos chicos y no se "prometía la bandera" sino que "hacíamos el juramento a / por la bandera"

Ver link: http://youtu.be/SPE8LWlDtrE.


® © Ana Sebastián, Reflexiones impertinentes. 2014.

Actualización del post anterior.

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