miércoles, mayo 27, 2020



[Corchetes]


«Les lits humides et pourris collés à la terre battue
de l' hôpital de Constantinople,
les malades tirés avec des crochets…»

Albert Camus, La Peste, 1947.

Un gancho cuadrado
para encerrar los puntos tejidos
del ancienne crochet del Siglo XII...
Un galicismo dirían
los puristas españoles.
Cualquiera que sepa un poco
de redacción,
de corrección de textos,
de tipografía,
de puntuación,
que no saben que los corchetes
de ese gancho galo
y del tejido ad hoc,
saben que, en una cita,
encerrando tres puntos,
-esos relegados corchetes rectilíneos-
encierran una supresión.
[...]
una supresión de parte del texto de la cita...            

Supresión que hace el autor que cita...

Nuestra cita no es más que,
aunque parezca melodramático y remanido,
con nuestra vida.
Desde hace setenta días nos encorchetaron...

Ahora
somos tres puntos suspensivos entre corchetes...

Somos la parte suprimida de la cita.
Somos los ausentes que existimos,
aunque se empeñen
en anularnos entre los corchetes
Somos personas que quieren ser,
seguir siendo...
Personas ciudadanos...
Seguro que googleamos
y se encuentra lo que falta de la cita.

Nos quieren encorchetados, ausentes.

Los supuestos autores
de nuestros destino actual y futuro
encuentran en la pandemia
una coartada para encorchetarnos,
para dejarnos con más soledad
que un cuadro de Eduard Hopper,
para anularnos,
para volvernos invisibles
entre corchetes [...]
queriendo manejar
el miedo,
las consignas,
las angustias,
el dolor...

Queriéndote poner
con excusas
entre corchetes…
Eliminar tus sentimientos,
tus necesidades de afecto,
de velar tus muertos,
de abrazar a tus amigos...

Y dentro del corchete, una App...

Y así controlarte...

Y se te querés salir
del gancho encorsetado
porque para algo seguís siendo
humano...
pensante,

fantasioso,
sensible,
soñador,
delirante,
diletante,
animado,
apasionado,
nostálgico
melancólico de horizontes... 

en una palabra, vital,
te quieren meter de nuevo entre corchetes...
silenciarte...
eliminarte...
con discursos,
con cifras que no se saben si son o no son,
con falsas acusaciones 
que se pretenden doctorales,
con barro del más bajo
que esconde lo más bajo…

Y queremos
gritar,
llorar,
caminar,
salirnos del corchete
y ser nuestro propio texto...
nosotros mismos,
aunque la vida
nos deje golpeados,
fragmentados...
Pero no como una parte inútil de una cita...

®© Ana Sebastián,  2020.