jueves, diciembre 11, 2008


PÉRDIDA EN LA FLORESTA


La casa de Mercedes 936 quedó vacía. ¿Vacía o llena de libros, flores descuidadas y ecos fantasmagóricos de los poetas que pasaron por allí a lo largo de años? Floresta perdió un vecino de renombre, Buenos Aires, un ciudadano ilustre nombrado tardíamente por la Legislatura, pero nombrado al fin, y el mundo de la poesía perdió tal vez a su mayor difusor argentino en el último medio siglo.
No me gusta la necrofilia vana ni caer en comentarios como “¡qué buen tipo!” después de que alguien murió cuando en vida no se le hizo el suficiente y merecido reconocimiento. Pero José Luis Mangieri merece estas palabras. Tipo de barrio y de la calle Corrientes, dejó de ser poeta para convertirse en editor y promotor de poesía a punto tal que desde La rosa blindada hasta Libros de Tierra Firme cientos de poetas consagrados y noveles pasaron por sussellos editoriales..
José Luis, ese personaje de barrio y de la calle Corrientes, llenaba dos premisas: la urondiana, de que lo mejor de la poesía es la amistad, y la de mi experiencia: un amigo es alguien con quien uno se puede pelear más de una vez. Fue editor de mis dos primeros libros en Argentina y del último. En el medio hubo un montón de tiempo en que no me dio bola hasta que hice ponerle Raúl González Tuñón a la placita de Hipólito Yrigoyen y 24 de noviembre y ahí volvimos a ser amigos como antes. Vaya aquí el homenaje a este amigo, a este poeta que dejó su propia creación para impulsar con pasión la de los demás, una manera altruista de crear.
Si realmente hay un mundo para los que se piantan -como diría Centeya-, ahora estará discutiendo de libros, de política, de minas y todas esas cosas. Tal vez encontremos al menos un cantero en Floresta para ponerle su nombre.



martes, noviembre 11, 2008


Ramón Sebastián padre en Cosquín con sus amigos en tísica desgracia, con soda y espumante.... al menos, una compensación y sobre todo, con amigos...

Hoy es 11 de noviembre y es el día del empecinado Santo Patrono de Buenos Aires, San Martín de Tours. Esos españoles que ya se creían los dueños de todo intentaron vanamente trampear tres veces la suerte para que el Santo Patrono fuera castizo y no ese húngaro de Czhombaply que llegó a ser obispo en Francia, que se empeñó en salir tres veces consecutivas como para decir: "Aquí estoy y aquí me quedo, el Patrono de estos lares seré yo y nadie me va a dar vuelta la taba". Me gusta la testarudez de ese obispo de Tours. Si esos españoles no hubieran hecho trampa hasta con el santo, tal vez esta ciudad no estaría predestinada a un fatalismo de truchería bajo este cielo nocturno fullero con la otra cruz, la del sur...

Hoy es 11 de noviembre y es el aniversario de la muerte de mi abuelo desconocido Ramón Sebastián que se pegó un tiro en 1931 en la imprenta en que escribía y sacaba el periódico Claridad y en la que hacía funcionar el Partido Socialista del que fuera fundador en Benito Juárez.


Cuenta mi padre -que apenas tenía seis años- que él estaba jugando en la quinta de su abuela cuando el tío Chelo vino con la noticia y se la contó a sus hermanas: "Ramón se mató".



Mi viejo no sabe si lo oyó o lo intuyó, pero agarró un ladrillo y se lo arrojó a un pollito. Según él su vida empezó ahí, esa tarde. Él tratando de reventar un pollito ante la impotencia de su padre muerto.




Había habido un vendaval en Júarez y había habido elecciones nacionales fraudulentas, especialmente en la provincia de Buenos Aires.


Mi abuelo tenía un perro al que llamaba Trotsky y como buen periodista tipógrafo de la época se había ganado la tuberculosis, ese tabú. Había ido a Cosquín y -según su última hermana viva- había vuelto curado. Raro... un hombre de letras... no dejó aparentemente carta de despedida, salvo que mi abuela la haya escondido tanto que nadie la encontró. Se pegó un tiro por la tarde en la imprenta de San Martín y Chacabuco en Juárez. Se había tiroteado con el legendario cura Trelles y por eso tenía una causa en Azul.



Dejó una mujer desconsolada que le rezaría cada noche hasta sus 103 años, un hijo, mi padre, y una hija menor aun que moriría al poco tiempo.




Hace unos años fuimos a la Imprenta y no estaba ni siquiera su foto puesta en el local del partido del que fuera fundador. En 2005 volvimos a Juárez para llevar las cenizas de mi abuela a la tumba familiar y ahora ya no hay imprenta ni nada. Hay un pequeño super. Nos quisieron meter presos cuando sacamos fotos de ese lugar hasta que le aclaramos a la policía que allí se mató mi abuelo y le conté una historia de Juárez que ni ellos conocían y después no hubo problema.



Dejó un vacío incurable. Fue el fantasma que dejó un vacío y una fuerza de voluntad en mi padre, el fantasma familiar de mis ilusiones buscadas, encontradas, perdidas, el espíritu que me acompaña desde la niñez... de esos espíritus que te marcan el camino... Dejó también, eso sí, una Biblia. Y hoy le enciendo una vela a su alma que es de las almas que quiero tener un día a mi lado, al de mi viejo y al de mis seres más queridos. El día 3 de noviembre había cumplido sus 29 años. Vendavales de la vida...

lunes, noviembre 03, 2008


En ocasión de la presentación del film de Cherry Duyns sobre Stefan Zweig en la televisión holandesa.


Contradicciones


&


destinos


a Cherry Duyns, artista y amigo.



Stefan Zweig decía que no bastaba
con pensar en la muerte.
Se la debía tener siempre delante.
De ese modo “la vida se haría más solemne,
más importante, más fecunda y alegre.”

No debió pensar lo mismo esa noche
en el hotel de Petrópolis.
A pesar del tórrido febrero en el trópico de Capricornio,
seguro que le dijo a su amada Charlotte Elizabeth Altmann:
“Tengo mucho frío esta noche...”
Y ella casi seguro le respondió: “Yo también...”
Él entonces pensó en el frío exilar, Zurich en la primera guerra,
en la segunda, Estados Unidos y ahora Brasil...
No hay cidade carioca que consuele tanto exilio.

- Enfriémonos juntos así nuestra muerte enfría las paredes.
Le pegó un tiro a su amada Charlotte Elizabeth Altmann.
Se pegó un tiro él.
Anónimos casi en el cuarto del hotel
a pesar de haber sido tal vez el mayor best-seller del siglo XX.

La muerte, Malraux, tiene por efecto
transformar la vida en destino?

Te parece todavía?




Copyright De Mortales y fantasmas, Ana Sebastián 2007



Naar aanleiding van de presentatie van de film van Cherry Duyns over Stefan Zweig in de Nederlandse televisie


TEGENSTELLINGEN


&


LOTGEVALLEN



aan Cherry Duyns, artiest en vriend.



Stefen Zweig zei dat
aan de dood denken
niet genoeg was,
dat je altijd de dood
voor je moet hebben.
Zo, op die manier, “zou het leven plechtiger,
belangrijker, vruchtbaarder en vrolijker worden”.

Die avond in dat hotel in Petropolis
zal hij niet zoiets gedacht hebben.
Ondanks het hete tropische februari,
zei hij tegen Charlotte Elizabeth Altmann, Lotte:
“Ik heb het koud vanavond...”
En zij antwoordde bijna zeker: “Ik ook...”
Dan dacht hij aan het koud van ballingschap,
Zurich in de Eerste Oorlog,
In de Tweede, eerst de Verenigde Staten, nu Brazilië...
Er bestaat geen cidade carioca
die zoveel verbanning kan vertroosten.

Als wij ons koud maken,
kan onze dood de muren koud maken.
Hij schiet zijn geliefde Charlotte Elizabeth Altmann, Lotte, dood.
Hij schiet vervolgens zichzelf dood.
Bijna anoniem in die hotelkamer,
ondanks het feit dat hij misschien
de grootste best-seller van de XX eeuw was.

Malraux, heeft de dood tot gevolg
het leven in lotgeval te veranderen?

Vind je dat nog steeds?


© ® Van Over sterfelijken en geesten, Ana Sebastián, 2007.


Vertaling: Ana Sebastián, 2008. Met dank aan de hulp van Jan de Jager.



sábado, julio 19, 2008





"La amistad porteña, ese olvido del egoísmo humano..."




En las buenas y en las malas




Quiero simbolizar este sentimiento de amor por todos mis amigos, los que lo fueron, los que lo son, los que nos vemos, los que sé que están aunque no estén en estos dos amigos, sin menoscabar a ningún otro, al contrario, involucrándolos en este sentir.
Rosalba, la amiga más cercana y más lejana -se puede decir la veía más antes que ahora que estamos más cerca geográficamente-, que me conoce desde que nací y aún antes porque su suegra Ítala era amiga de mi abuela Ana y Alejandro, su marido era amigo de mi viejo y ella y toda su familia fueron y son amigos nuestros en las buenas y en las malas. Y en Alberto Lobosco, que nos dejó hace poco, ese amigo charlatán, creativo, hiperkinético, especie de Vittorio Gassman, que conocí en un cumpleaños de quince al que no quería ir y fui obligada por mi vieja y que, a las dos semanas me estaba invitando a encontrarme con él en la antigua La comedia de Paraná y Corrientes el domingo 6 de septiembre de 1964 a hablar de una revista literaria, una truchada, un verso para presentarme al que desde entonces sería el compañero de mis días hasta hoy con nuestras idas y vueltas, pero con nuestra inagotable pasión. De modo que Alberto fue una especie de duende o demonio determinador de nuestras vidas.

Dice un proverbio árabe: "Hay que tener dos ojos para tener un amigo: uno bien abierto para poder elegirlo y otro para poder cerrarlo cuando te hace algo que te disgusta." Y digo yo: "Un amigo es alguien con quien uno se puede pelear más de una vez."

BRINDO POR TODOS MIS AMIGOS QUE, GRACIAS A DIOS Y A LA VIDA, FUERON MUCHOS Y BUENOS!!!

Y COMO ES DE SUPONER, BRINDO CON EXTRA BRUT!!!


martes, julio 08, 2008


Las palomas se suben en bandadas para protegerse de la tormenta que se cierne. Al menos se avisan entre ellas y y se van poniendo al resguardo, juntas. Un primer paso es ese cable que capté en Córdoba y Callao a fines de marzo de este año.
Las palomas al menos se avisan y se juntan ante la tormenta...
Y nosotros.... qué hacemos ante tormentas en ciernes sino echarnos a picotazos?
¿Seremos menos que las palomas?
Vanitas vanitatum

jueves, enero 31, 2008


De Buenos Aires vengo
no traigo Plata
pero traigo narices
para mi chata.

Mi suegra no me quiere
porque no tengo
palacio en Mendoza
y otro en Palermo.

Yo subí a tu ventana
por darte un beso
vino la recogida
y nos mete presos.

Mi suegra que en paz descanse
en tiempos fue turronera
por eso tiene su hija
tan dulce la delantera.

Estas coplas me las había mandado Raymond Arredondo poco antes de que su padre, Ramón, se muriera y yo las había perdido en el despelote de papeles.

Son coplas antiguas y pícaras, algunas quevedianas, que una vez nos supo recitar Don Ramón de visita en Amsterdam.



Los rotspaniers, como llamaban los nazis a los republicanos que habían inaugurado los campos de concentración en Francia, endulzaban con estas coplas sus noches en las costas de Argelés sur Mer o de Collioure en donde moriría Antonio Machado.


Quede aquí este signo vital y humano aún en la desventura mayor. Queden las coplas que supieron animar a los desamparados, en segundo homenaje al padre de mi amigo y a Antonio Machado que no pudo soportar el desarraigo ni aún ante ese cielo y ese mar que supo tan bien pintar Henri Mattisse y que fuera para él la antesala soleada de la muerte.



Y quien tenga una imagen de los Coillioure de Mattisse que me la mande así la agrego.