102 años de vida
NELLY OMAR PARADIGMÁTICA*
Desde
los comienzos de este siglo, las mujeres cantantes tienen una gran ligazón con
el tango, tan intensa como la del hombre.
Si
hubo hasta hace unos días un paradigma viviente de la cantante es Nelly Omar, la llamada “Gardel con polleras” porque no sólo tenía un tinte de voz muy
diferente al de las otras cantantes sino tal vez porque su repertorio fue el de
una “cantora nacional” como entonces se decía, o sea, interpretaba originalmente
cancionero criollo con milongas camperas y estilos, además de tangos. Y así
siguió haciéndolo casi hasta su final.
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| Nelly Omar recién llegada |
Tanto Carlos Gardel como Ignacio Corsini y Agustín
Magaldi habían comenzado de la misma manera, pero luego se fueron volcando más por las
melodías porteñas.
Recién llegada de su Guaminí natal con la ilusión
compartida, como muchas chicas provincianas, por el atractivo de la gran
ciudad, empezó a cantar a dúo con su hermana para luego hacerlo en su escuela
de El Palomar y en el Cine - Teatro Argos en Federico Lacroze
casi esquina Alvarez Thomas, Colegiales, en donde ahora Pergolini tiene su
radio Vorterix y sus estudios y al
lado del tradicional café homónimo que desde hace corto tiempo fue rebautizado
con el sugestivo nombre República… “¡De
acá!... Comedy – Canto Bar. [Entre nos, cada vez que paso -y paso casi a diario- no puedo menos que asociarlo a un corte de manga, ¿o será otra cosa y no el
“cazzo!” italiano que nosotros
convertimos en “¡catzo!” con su
típico gesto de “Caperucita llevaba una
canastita… -como diría mi madre mientras doblaba un brazo levantando el
antebrazo y poniendo su otra mano en el pliegue.]
Volviendo a Nelly Omar, la
modulación de su voz, su color, su naturalidad sin titubeos, esa limpidez que supo
conservar parecería hacer coincidir las características de la artista con las
de la persona. Mujer valiente y comprometida con su época, supo salir del lar
familiar sin dejar su firmeza y su vocación. Y también era muy conocida en el
ambiente por su carácter…
La longevidad puede ser un
perjuicio o un beneficio. Junto a Tania y a Tita Merello, fue de las pocas longevas
y eso con el mantenimiento de su voz la hizo tal vez mucho más cercana. Además el
hecho de que -al asociar su amor con
Homero Manzi- casi todos hayan dicho y repetido que ella era Malena, su reiteración constante por
quienes no saben nada, por lo que pueden decir cualquier cosa, parece haberla
convertido a ella en mito viviente, una especie de Ada Falcón que no fue. Y una
vez dicho y recontraredicho algo… ¿cómo se revierte cuando es falso?
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| Malena de Toledo - la musa de Malena |
Eso nos preguntábamos con Oscar
del Priore -google ambulante del tango- que fue uno de los pocos que supo plantarse y responder
con la verdad que los estudiosos conocemos: que Malena
estuvo inspirado en Malena de Toledo, nombre artístico de Elena Tortolero a
quien Manzi había oído cantar en Brasil, probablemente en Porto Alegre -otros dicen que en São Paulo- en 1941
volviendo de México. Según cuenta Demare, Manzi la escribió y le dio la letra
que él se metió en el bolsillo y se olvidó y que cuando volvió a Buenos Aires,
Manzi le preguntó si había compuesto la música y finalmente la hizo. Y así
nació el tan mentado tango.
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| Homero Manzi con Malena de Toledo |
Nelly Omar fue nombrada
“Ciudadana ilustre” por una Ordenanza del Concejo Deliberante de la Ciudad de
Buenos Aires en 1996. Ahora vi que hace poco la nombraron “ciudadana destacada
de la cultura”… ¿Si alguien es ilustre
no está tácito que es destacado? Eso
se discutió cuando se trató la Ley de honores. Son cosas que pasan en la
Legislatura…
Durante mi década en esa
Honorable Casa llegué a ver que algunos querían denominar una calle con el
nombre de alguien que ya tenía su calle -y me refiero no sólo a un caso sino a
varios- y eso que los que lo querían
hacer habían sido parte de la discusión sobre la nueva Ley de Nomenclatura
Urbana…
A veces se nombran las
calles y se designan ciudadanos ilustres para darse lustre los propios legisladores.
No siempre es así. Pero suele pasar…
El hecho es que Nelly Omar
sigue por ahí y por acá.
Me alegro de que alguien
haya podido seguir cantando casi hasta su muerte. Parece un oxímoron, aunque en realidad puede es mucho lo que nos queda de lo que, en este caso, se perdió al
perder a una artista como Nelly Omar. Y eso nos lleva a alegrarnos de que
podamos disfrutar de estos medios del ciberespacio para seguir disfrutando de la
autenticidad de lo que fue y de lo que seguirá siendo…
Ver y escuchar: Sur con
guitarras.
*Nota: Su verdadero nombre era
Nilda Elvira Vattuone. Hija del capataz genovés Marcos Vattuone y Salustiana Pessoa,
nació en la Estancia La atrevida en
Guaminí, Prov. de Buenos Aires, el 10 de septiembre de 1911 y falleció -como se sabe- el 20 de diciembre último a
los 102 años.
Parte de este
artículo fue una columna que introducía un reportaje que le hicimos en la radio
en 1996 cuando fue distinguida por la Ciudad y me acuerdo de que Ben Molar me
advirtió que no había que tocar con ella ciertos temas porque si no se pondría
furiosa. Y no los toqué. Algún día buscaré en el mare magnum de cassettes ese reportaje y trataré de digitalizarlo
en su honor.
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