jueves, diciembre 06, 2012

39 años de nuestra llegada a Amsterdam





A todo lo que Holanda nos dio y nos enseñó,
a nuestros amigos de allí y de acá,


gracias, simplemente.



         Yo que tengo, por desgracia o por suerte, demasiada memoria para las fechas, ayer estuve todo el día sabiendo que algo se me estaba pasando.  

         Hoy me dí cuenta de que ayer fue Sinterklass!!! O sea, San Nicolás, la fecha en que en Holanda se festeja la llegada de este santo que trae regalos y que, aquí es Santa Claus, confundido con Papá Noel, en una síncresis de tradiciones.

        Este Sinte se celebra en los Países Bajos, Bélgica, las colonias desde mediados del siglo IV. 

        En realidad es San Nicolás de Bari, pero viene desde España, pasa por Turquía [San Nicolás fue Obispo en Myra] y llega a las costas neerlandesas todos los 5 de diciembre  -menos en 1944, el último año de la guerra-  en un barco del que sale montando Amerigo, su caballo blanco, con cuatro asistentes negros, los Zwarte Piet  -Pedros Negros- que lo ayudan en el reparto de golosinas y regalos.

        Hay también una mezcla con Odín. Como él, Sinte sobrevuela los techos de las casas en su caballo con su capa roja, su mitra y su cayado.  




¡¡Nuestro propio Sinterklaas!!
       

        Cuando los españoles se retiraron de los Países Bajos y se impuso el protestantismo de la Reforma, se intentó de eliminar esta fiesta, pero el intento fracasó. Hasta el día de hoy los chicos cantan:



Sinterklaas kapoentje

gooi wat in mijn schoentje,

gooi wat in mijn laarsje,

Dankje Sinterklaasje!



Sinterklaasje,

bonne bonne bonne,

gooi wat in mijn lege lege tonne,

gooi wat in mijn laarsje, 

Dank je Sinterklaasje!

 


        La conquista de América les dio a los neerlandeses Nueva Amsterdam, la fortificación a orillas del Río Hudson, en donde establecieron la Compañía Neerlandesa de las Indias Occidentales en 1625 que duró en sus manos hasta 1664 en que fuera entregada a los ingleses que la convirtieron en New York. Según el dicho holándes, el peor negocio que hicieron en su historia. 
         De ahí la existencia de Harlem [como el Haarlem holandés], Brooklyn [deformación de Breukelen, otra zona holandesa]. Y de ahí la costumbre de Sinterklaas que aparentemente Washington Irving [1783-1859] deformó en su A History of de New York [1809] en Saint Claus que regala juguetes en la Nochebuena y que viene del Polo Norte en un trineo. 

         Ésa es otra historia ya que termina con esa mezcla que tenemos ahora nosotros entre ambos personajes, Santa Claus y Papá Noel.
         Éste viene en realidad de la antigua leyenda nórdica de Laponia y por eso viene justamente en trineo tirado con renos. Personaje que en pleno siglo XX se fue definiendo como el que todos conocemos que remite más a la pintura de Habdon Sundblom [1889-1976] hecha en 1931 por encargo de Coca Cola para las fiestas de Navidad.


           Pero hay algo más que el hecho de que el 5 de diciembre es Sinterklaas que, a  partir de 1978, nosotros festejábamos con nuestros amigos Montse y Henk.
    
SinterKlaas en lo de Montse & Henk Huizinga


     
        El 6 de diciembre es la fecha en que llegué a la Centraal Station con mi hijito de la mano, botas y valija tomadas prestadas   -como ya escribí alguna vez-, viniendo de Roma en tren, pasando por Bologna en donde veríamos la nieve por primera vez, a encontrarme con vos, que habías llegado hacía tres días, el 3 desde El Galeão para pedir asilo en Schiphol. Vos, al que habían llevado a un refugio en Putten en donde el día anterior, el 5, habían festejado ese Sinterklaas y te habían regalado una botella de vino.  Después de abrazarnos largamente en ese andén, en esa estación que luego se convertiría en familiar, me dijiste que te habían regalado esa botella por una fiesta que no sabías por qué era. 
       De todo esto hace hoy exactamente 39 años!!! 
    Y agradezco así a ese país y a ese pueblo que nos permitió no solamente sobrevivir sino también realizarnos, crecer en todo sentido y que nos enseñó lo que es la democracia, el respeto a lo público y lo privado, a la diversidad de todo tipo, la tolerancia del diferente  -porque del igual es fácil-, la convivencia... 
         A ese país que nos dio la oportunidad de estudiar, de enseñar, de publicar, de dar nuestra opinión, de tener todo tipo de amigos...
         En fin, ese país que nos abrió las puertas y las ventanas en el momento más difícil de mi vida...
®© De Memorias impertinentes.


1 comentario:

Carlos Prillwitz dijo...

Hermoso post. Y sirve también para conocer un poco más de Papá Noel en algunas de sus múltiples versiones, ahora que nos quieren hacer creer que es un invento yanqui.