domingo, noviembre 11, 2012

             
Estación de Cosquín - Julio 2001



Hoy, tratando de poner orden en papeles, gráficos, carpetas y materiales sin número que a menudo me abruman,  estuve escaneando unas fotos entre las que  -oh, casualidad!!!-  (no voy a repetir esa mentada frase que ya es un cliché de ignotos ignorantes que pretenden emular la polémica filosófica de siglos!!!) se encontraban las que tomé en Cosquín en el 2001, de la Estación, del Sanatorio Santa María y del Solarium en donde ponían a tomar sol a los tuberculosos, los tísicos, como se decía  por la época en que mi abuelo Ramón estuvo allí tratando de curarse para luego volver, cumplir 29 años un 3 de noviembre y ¿matarse – pegarse un tiro? a los pocos días, en la siesta del 11 de noviembre de 1931 en el local de la imprenta de Benito Juárez en donde publicaba  el diario Claridad, del que fuera fundador, periodista y tipógrafo, como tenía que ser en esos tiempos, lo que le valió la enfermedad.

Ya hablé de esto tantas veces…

De ése, mi abuelo desconocido y tan cercano, tan joven, tan idealista… Ése, mi abuelo que marcó sin saberlo mi vida en tantos aspectos…

Y, después de tantos vendavales, aquí me encuentro, otro día de San Martín de Tours, otro  11 de noviembre, como siempre, rindiéndole mi homenaje. Porque para mí, se me hace que no murió…  Siguió viviendo en el retrato de la mesita de luz de mi abuela Ana que todavía conservo, en el oscuro escritorio de la casa de Pampa, en las aventuras y desventuras del cura Trelles con el que se tiroteó y que terminó bailando muñeiras en la vereda de El Tropezón  en los años 50.

Ése, mi abuelo que marcó la infancia de mi padre seguro de desolación…

Ése, mi abuelo Ramón que está en el hall de entrada de esta casa con la portada del Nº 1 de Claridad y la del 10º aniversario de su muerte en donde escribe mi padre a los quince años, antes de venirse para Buenos Aires…

Ése, mi abuelo Ramón, a cuya alma esta noche le prenderé una vela… Sí, a su alma   que seguirá correteando por el mundo de los que nos quedamos… provisoriamente… o para la eternidad!!!

¿Casualidad o causalidad, abuelo Ramón , fantasma empedernido?



Sanatorio de Santa María   



Ana en el Solarium desolado y desolador



Solarium desolado y desolador

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