domingo, mayo 28, 2006

Historias de oficina
"Un perro negro me sigue
por caña y cañaveral,
un perro que ladra y muerde,
un perro que es capataz."
Nicandro Pereyra
Los capataces,
¿saben de poesía?
me pregunto
y también me pregunto
por qué no conozco
nada más que esto de Nicandro Pereyra.
Debería buscar sus libros,
sus otros poemas.
Averiguar su vida, su obra.
Tal vez buscar en internet...

Pero seguro capataces
sin distinción de sexo,
no saben de poesía
y menos los capataces
de oficina,
y menos aún de oficina pública.
Eso sí lo sé.

Aunque, pensándolo bien
-ilusa-
muchos cancerberos nazis
se deleitaban con melodías
wagnerianas.

© ® Ana Sebastián, 2004.

Dedicado a todas las víctimas del mobbing y del karoshi



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