201º Aniversario de la muerte de Manuel Belgrano
Veintes de junio
art. 1°
“¡Ay, pobre Patria mía!”
Según nos
enseñaron,
las últimas palabras oídas a Manuel Belgrano.
En nuestra infancia los 20 de junio no tenían el sabor de los
feriados puente…
Los 20 de junio tenían el brillo de la humedad en el empedrado
cuando nos llevaban al acto del colegio en el frío del patio o el frío del
salón de actos.
Desde Primero Superior esperábamos llegar a Tercero para la Jura
y jurábamos sin declamaciones, pero con gran sentimiento patrio que nos era
inculcado por nuestros padres y nuestros maestros.
1º Superior - Escuela Dominguito |
Los 20 de junio tenían la emoción del silencio cuando cantábamos
el Himno y al izar, arriar o llevar la bandera, las que éramos abanderadas,
sentíamos a todo el colegio entonando Aurora, tal vez la canción
más emotiva del repertorio patriótico.
Foto típica de grado con Señorita Santos
Y se dedicaban a él porque había nacido en Buenos Aires el 3 de junio de 1770 y en donde moriría el 20 de junio de 1820.
Porteño, de padre comerciante italiano Domingo Belgrano y Pérez [o Peri] y de madre
criolla María Josefa González Casero, fue el cuarto de dieciséis hermanos.
Se educó en el Real
Colegio de San Carlos en donde aprendió gramática latina, filosofía y
teología.
Fue enviado a estudiar Leyes a Salamanca y al
diplomarse, trabajó en la Cancillería de Valladolid.
En esa época se empezó a interesar por los estudios de economía,
especialmente las ideas del liberalismo.
"Confieso que mi
aplicación no la contraje tanto a la carrera que había ido a emprender, como en
el estudio de los idiomas vivos, de la economía política y al derecho
público".
Cuando estalla la
Revolución Francesa, se entusiasma con sus ideales de Libertad – Igualdad – Fraternidad.
"Se apoderaron de mí
las ideas de libertad, igualdad, seguridad, propiedad, y sólo veía tiranos en
los que se oponían a que el hombre, fuese donde fuese, no disfrutase de unos
derechos que Dios y la naturaleza le había concedido, y aun las mismas
sociedades habían acordado en su establecimiento directa o
indirectamente."
En 1793 fue designado Secretario
perpetuo del Consulado de Buenos
Aires, organismo técnico con funciones económicas relacionadas con el
comercio y la producción.
Desde ese cargo Belgrano desarrolló la gran promoción de la industria
colonial, con incremento y mejora de las actividades agrarias y estímulo del
comercio.
Pero se encontró -como muchos intelectuales y
creativos- con una realidad diferente:
"Mi ánimo se abatió
–dirá- y conocí que nada se haría a favor de las provincias por unos hombres
que por sus intereses particulares posponían el del común."
En 1799 logró que, por su
iniciativa, se fundara en 1799 la Escuela
de Geometría, Arquitectura, Perspectiva y Toda Especie de Dibujo bajo la
Dirección de Juan Antonio Hernández, que funcionaría en el mismo edificio que
la Escuela de Náutica con Pedro
Antonio Cerviño que ganó su puesto de Director en un concurso de oposiciones.
Estas escuelas estaban abiertas a todos sin distinción de origen
social o racial.
En 1794 publicó las traducciones de Máximas generales del Gobierno económico de un Reyno Agricultor de François Quesnay y en 1796 Principios
de la ciencia económica-política y fue un gran difusor del liberalismo
económico de Adam Smith.
Entre 1801 y 1802 colaboró en el Telégrafo Mercantil .
Durante las invasiones inglesas consideró, como otros, que era
el momento oportuno para promover la Independencia y se volcó a las armas para
defender su ciudad.
Esa parte de la juventud de Belgrano es casi desconocida…
Ya después de participar en los días fragorosos de la Revolución de Mayo, sus actividades patriotas son más conocidas: Vocal de la Primera Junta.
Ya Instalada la Primera Junta, propuso la creación de escuelas de Matemáticas, de Diseño y de Comercio. En septiembre de 1810 la Escuela de Matemáticas comenzó a funcionar en el mismo edificio de la de Náutica bajo la dirección del Cnel. Ing. Felipe Sentenach, de gran actuación durante la invasiones inglesas.
Luego fue nombrado Jefe de Comando de la Campaña al Paraguay para difundir la Revolución porteña. Fue en esta campaña en que decidió utilizar los colores de la escarapela para crear, en febrero de 1812, un emblema distintivo de las tropas patriotas que fuera confeccionado por una dama del lugar e izada en las barrancas del Paraná por Cosme Maciel, vecino también del lugar. Tardaría un tiempo para que fuera considerada como nuestra bandera nacional que llevaría a la campaña al Norte con sus triunfos y sus derrotas, bandera que también sufrió sus vicisitudes.
En enero de 1814 Manuel Belgrano se encuentra con José de San Martín en la posta de Yatasto, en San José de Metán, actual Provincia de Salta para entregarle, según las órdenes del Segundo Triunvirato, el comando de sus tropas, luego de las derrotas de Vilcapugio y Ayohuma. Entrega que, según cuentan los estudiosos de la vida de Belgrano no creó ningún resentimiento en él, todo lo contrario.
Ese mismo año el Director Supremo Gervasio Antonio de Posadas lo envió en misión diplomática junto a Bernardino Rivadavia. Pasaron primero por Río de Janeiro y después a Europa con destino principal Londres y Madrid. En esa misión ambos se pusieron en contacto en médico, botánico y naturalista Aimé Jacques Alexandre Goujaud Bonpland [conocido aquí como Amado o Amadeo Bonpland, La Rochelle, Francia, 1773 - + Santa Ana, 1858], que ya había estado en América y estaba pensando volver, luego de la caída de Napoleón. Lo convencieron para que viniera a nuestra Patria a estudiar la naturaleza.
Aimé Bonpland |
En 1816 Belgrano en Tucumán va a tener gran protagonismo instando, al igual que José de San Martín a que se acelere la Declaración de la Independencia.
Nunca se casó -a punto tal que muchos hasta hace pocas décadas no era tratada su vida privada como si hubiera una homosexualidad o asexualidad oculta...
En realidad era un galán destroza corazones.
Cuando él volvió de España en 1802 tuvo un gran amor con la
joven de entonces diecisiete años María Josefa Ezcurra [Buenos Aires, 1785 -+
1856], la hermana de Encarnación -esposa de Juan Manuel de Rosas-. María Josefa
fue obligada a casarse en 1803, contra su voluntad, con un primo venido de
España, que se volvió a su tierra después de la Revolución de Mayo.
María Josefa Ezcurra |
De este modo María Josefa tuvo el terreno libre y, contrariamente a las costumbres de la época, lo siguió a Belgrano adonde iba... En 1813 quedó embarazada en Tucumán y tuvo su hijo en Santa Fe, hijo que, al no ser reconocido, fue criado por los Rosas – Ezcurra en la estancia de Cañuelas y a quien finalmente Don Juan Manuel cuando ya su padre había muerto le contó la verdad: Pedro Pablo Rosas y Belgrano, que llegó a Coronel.
Cnel. Pedro Pablo Rosas y Belgrano, criado por la Flia. Rosas - Ezcurra |
Otro de
sus jóvenes amores fue María Dolores Helguero Liendo [1819 -1866], a quien conoció en Tucumán
en el festejo de la Declaración de la Independencia y fue amor a primera vista.
Ella, de dieciocho años, casada por obediencia a los mandatos familiares y
abandonada, y él, 46.
En mayo de 1819 nació su única hija Manuela Mónica del
Corazón de Jesús. Belgrano recién la conocería en diciembre, la haría venir a
Buenos Aires y su hija sería criada por sus tía Juana Belgrano y su tío Joaquín y su esposa.
Manuela Mónica Belgrano Liendo Pintura: Prilidiano Pueyrredón |
También
se le atribuyen amores con la francesa Isabelle Pichegru cuando estuvo en 1814
en la misión diplomática en Europa.
Siguió desarrollando actividades políticas y
diplomáticas.
En 1919 logró la firma del Pacto de
San Lorenzo entre Estanislao López, en representación del Litoral y Buenos Aires.
Le volvieron a asignar el Comando
del Ejército del Norte con el
beneplácito de la tropa.
Pero muy avanzada su enfermedad de hidropesía se instaló en Buenos Aires en donde murió en la total pobreza... pero su dignidad no le permitía deberle a su médico, a quien le dio su reloj porque su estado financiero paupérrimo no le permitía pagarle, a punto tal que, una vez fallecido, uno de sus hermanos, tuvo que sacar el mármol del toilette del tocador para poder hacer la lápida...
El dinero que había ganado después de Salta y Tucumán lo había
donado para que se hicieran cuatro escuelas. La última se terminó de licitar en la década de los noventa
del Siglo XX.
“Nadie me separará de los
principios que adopté cuando me decidí a buscar la libertad de la patria amada,
y como éste solo es mi objeto, no las glorias, no los honores, no los empleos,
no los intereses, estoy cierto de que seré constante en seguirlos.”
Belgrano tuvo la dignidad de dar su reloj ante la impotencia por no poder retribuir a su médico.
Ese reloj fue donado al Museo Histórico Nacional.
En 2007 fue robado por una familia que se dedicaba a ese tipo de hurtos, identificados y condenados y fue despedido del Museo quien denunció el robo.
Hasta hoy el reloj no apareció.
Su chozno Manuel Belgrano manifiesta su indignación e impotencia de esta manera:
"Fue algo terrible, tanto por el robo como por el descuido del Museo.
El ladrón es ladrón, pero el Museo no puede descuidar una pieza de esa magnitud [...]
Una indignación y una impotencia terribles.
Pero no fueron sentimientos míos, sino de todo el pueblo argentino..."
Muchas cosas de éstas no nos las enseñaban y no sé si las enseñan en las escuelas.
Tampoco nos enseñaba que Aurora, la canción a la bandera que aún me hace llorar, había sido encargada por el Presidente José Figueroa Alcorta al músico Héctor Panizza la composición de una ópera para ser
estrenada en el nuevo Teatro Colón.
Compuesta en
Milán e inspirada en un hecho trágico de esa ciudad relatado por Héctor Cipriano
Quesada y Luigi Illica, fue denominada así por el nombre de la protagonista femenina que simboliza el
nacimiento de nuestra Nación.
No olvidemos que nacer y nación tienen
el mismo origen!!
La ópera tiene un tinte italiano no sólo por donde se compuso sino porque Illica, uno de los autores del texto, era libretista de Giacomo Puccini. La parte instrumental se completó en Londres.
En el debut fue interpretada por cantantes italianos: Cesare Assanti, Amedeo Bassi, Giuseppe La Puma y Titta Ruffo llegados especialmente a Argentina.
Aurora fue representada
por primera vez el 5 de septiembre de 1908 en el Teatro Colón de
Buenos Aires, recién inaugurado.
Mientras se levantaba el telón se
oía la voz del tenor Amedeo Bassi cantando el aria en italiano.
Alta pel cielo, un'aquila guerriera,
ardita s'erge in volo trionfale.
Ha un'ala azzurra, del color del mare,
ha un'ala azzurra, del color del cielo.
Così nell'alta aurora irradiale,
il rostro d'or punta di freccia appare,
porpora il teso collo e forma stelo,
l'ali son drappo e l'aquila è bandiera.
È la bandiera del Paese mio,
nata dal sole; e ce l'ha data Iddio!
Ver link: http://youtu.be/x4S39CpQgeg
nata dal sole; e ce l'ha data Iddio!
Ver link: http://youtu.be/x4S39CpQgeg
En 1945 el Presidente de facto Edelmiro Julián Farrell estableció por decreto que a partir del 9 de
julio de 1945 el aria de Aurora fuera, con el título Saludo a la bandera, la canción oficial a la bandera de interpretación obligatoria en los actos
oficiales y en todas las escuelas.
Nosotros la seguimos
llamando Aurora y nos sigue emocionando como cuando éramos chicos y no se "prometía la bandera" sino que "hacíamos el juramento a / por la bandera"
Ver link: http://youtu.be/SPE8LWlDtrE.
Ver link: http://youtu.be/SPE8LWlDtrE.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario