Solsticio de verano 2020
25 años es mucho!!
Hoy ya se produjo el solsticio de verano en nuestro país a las
10.03 de la mañana.
Y según dicen los astrónomos, después de veinte años hay espectacular conjunción entre Júpiter y
Saturno y según dicen los astrólogos, entraremos en la Era de Acuario.
Hoy hace 25 años yo estaba internada por tercera vez en el
Hospital Méndez para una tercera operación en el término de cuatro meses Hospital
Julio Méndez por un cáncer al que sobrevivo después de enésimas operaciones.
Hoy hace 25 años ahí me enteré de que se había muerto mi
suegra -aunque nunca me casé-, otra de
mis segundas madres, Catalina Álvarez, Cata…
La última vez la había visto en el Sanatorio San Patricio de la
calle Condarco, desastroso, lamentable... Creo que al final lo cerraron. Si no,
lo tendrían que haber cerrado.
Mujer hermosa, vivida, sufrida...
Fumadora empedernida, actualizada, con un dejo de tristeza que trataba de ocultar...
Con vos abrazándola cuando eras chico
Estuvo en 1980 en Amsterdam y fue muy feliz, aunque nada la sorprendía... salvo el paisaje y la gente.
Mariano con su abuela paterna y su bici
En los últimos tiempos tenía anorexia senil...
Se alimentaba a café y un vasito de tinto barato... mientras miraba el mundo desde su ventana en Paso del Rey...
Hace 25 años que se nos fue.
Vos trajiste sus cenizas al día siguiente a nuestra casa y mi
tía Elvira tocó la urna con cariño, con compasión.
Yo ya había salido y estaba en la cama, pero en casa y mi abuela Ana que estaba cumpliendo ese año sus 101 años, me llamaba para que bajara del dormitorio y fuera a brindar con ella. Y yo no podía ni moverme....
Y ella no sabía qué había pasado con Cata y quería brindar conmigo...
..Abuela Ana, mi viejo, Mariano y yo en su cumple 80!!!
Llegó a los 103... Mañana cumpliría 126 años!!!
Hoy al atardecer cuando se produzca esa conjunción rara entre los astros seguro vendrá Cata como una luciérnaga a saludarme.
Y mañana a la misma hora crepuscular escucharé a mi abuela Ana llamándome...
Y brindaré, aunque sea a solas, por ese calor que nos supieron dar, mi abuela con sus locuras y su tenacidad ante las adversidades de la vida y Cata con sus luces y sombras de mujer sensible, aguantadora, pero decidida...
He aquí un poema que compuse hace mucho para Cata...
Una mujer sin estridencias
Ella casi no tenía nombre.
Una foto en blanco y negro
de una mujer bella,
rostro magro bajo el cuello de piel
de un abrigo
de los años cuarenta.
Mujer sin estridencias
de galán de radioteatro de moda.
Sombra de fabriquera
que tuvo que competir
con la sombra de las admiradoras,
las fans, los amores del galán,
con la misma sombra
de la primera Evita recién llegada
y de la Evita poderosa, Hera del sur,
pero aún con la memoria de Evita.
Ella misma la sombra fabriquera que fue
tras el galán de radioteatro
con voz de radioteatro
con dos hijos del galán
para la vida difícil,
para ese mal de Otelo
para melodramas en confiterías de moda
con amenaza de pegarle o pegarse un tiro
delante de las amantes famosas o casi….
Llantos que no se enjugan
hasta que un día
aparece el perfil del amigo
del galán de radioteatro
y ella se deja enjugar las lágrimas…
¿Enamorándose?
Nadie lo sabe bien.
Conviviendo con ese amigo,
la sombra del galán que no sería.
Conviviendo con esa vida de todos los días
- no la del radioteatro- la real real,
la vida del tedio,
de la paciencia y la impaciencia,
la de la rutina, la cama y la poca plata,
la del desgarro.
Amor de segunda hasta que la muerte los separe
y lo convierta en amor de primera, el que estaba y ya no está.
Y entonces pocas palabras, poca comida.
Cigarrillos y un vasito de vino y silencio….
Hospital también de segunda,
de obra social de jubilados y….
cenizas que durmieron en nuestro living
una noche de verano todavía calientes
ofreciendo volcanes en fuga, fosforescencias
en las paredes blancas de desconsuelo.
Nadie sabe dónde se están enfriando esas cenizas
para ponerles una flor.
Había nacido el 13 de julio de 1913.
Todos los 13 de julio alguien enciende una vela.
Una foto en blanco y negro de una mujer
bella de los años cuarenta sin fosforescencias.
El día que la conocí me dijo:
“Los demás me llaman Doña,
vos, decime Cata.”
Aclaraciones:
1. El galán de radioteatro y teatro era su esposo: Horacio Ángel Torrado, conocido artísticamente como Horacio Torrado, codiciado por innumerables mujeres. En los pocos años que lo traté, lo comprobé. Fue Secretario de la Asociación de Actores que funcionaba en la Casa del Teatro y murió muy joven. Fue despedido por su entonces ayudante o asistente, un joven actor, Luis Brandoni.
Horacio Torrado