sábado, abril 26, 2014

Cuando una amiga se va...


            Otro día hablaré mucho más de Mercedes Alas, punk avant – la – lettre con el pelo bordó en 1960, cuando mi madre la eligió como maestra particular para que me preparara para ingresar al Normal 1.

Y ella me preparó con el Manual de ingreso y con El habla de mi tierra.

Y entré gracias a ella que me hacía sudar…

Y después seguimos amigas a pesar de los años de diferencia…

Y yo iba a su casa y hablaba con su hermano cura… y con sus padres…

            Ella era música… Cuando cumplí quince me llevó al Colón. Y me regaló Canción de gesta de Pablo Neruda y me convidó con un cigarrillo porque ya estaba en edad de fumar.

            Anduvimos en miles de cosas juntas… Nos íbamos a Mar del Plata y nos encontrábamos allá. No se podía ir a un concierto con ella y sus amigas músicas porque ellas empezaban a encontrarle defectos al saxo, al piano, a cualquier cosa: “le saltó el LA!”, “¡Le pifió el DO!” Imposible poder escuchar un concierto con ellas…

Lo único con lo que siempre terminábamos discutiendo era cuando le prestaba un libro. Lo devolvía siempre como si hubieran pasado los hunos por las páginas. De ahí que comenzáramos a llamarla Atila.

Cuando fui a tener a mi hijo y sabía que no aceptaban el nombre que yo le quería poner Ruy en homenaje a Diego Ruy Frondizi, mi amigo muerto, me dio su Cantar del Mio Cid para demostrarles a los del Registro Civil que era Ruy y no Roy como ellos tenían en su listado. Y lo discutí en el Registro Civil de la Sardá con ese libro y gané.

Cuando dictaba la cátedra de Literatura Española del Siglo XX daba la interpretación del Romancero gitano, especialmente del Romance de la luna luna que ella me había enseñado a mí cuando tenía doce años.



Link http://youtu.be/jPpMzX34ZfY

Tengo miles de historias con ella hasta esta tarde en que casi no podía hablar ni respirar e intentaba decirme algunas cosas que quedan en suspenso...

 

Cena de verano: M. R - Romi - Mecha - Ma. Laura - Moi



Silvia - Mecha - Raúl - Ana
cenando en los arrabales de Puerto Madero - 2005
 


Atardecer en Punta del Este - julio 2005




 

Tengo aquí un dulce de membrillos a medio hacer que vos preparaste para ella, como todos los años que le regalabas una mermelada diferente.

                                                  Algún día contaré más historias para enaltecer a quien debería estar entre ese grupo de personalidades destacadas de la cultura, título que muchos ostentan habiendo hecho bastante menos que Mercedes Alas.

 
 
 
Mercedes ahora ocupa otro espacio… un espacio diferente y se agranda mientras la luna la lleva de la mano y mientras nosotros sabemos que nadie la podrá substituir, amiga por sobre todas las cosas.

Soplando las velitas
6 marzo 2012

 
Para vos una despedida con música no de la tuya clásica, pero para vos, amiga del alma, te confieso que hoy me robé un pimpollo de rosa blanca de tu jardín.

 
 
 

 
 


Mercedes con nosotros siempre!!!

 


sábado, abril 19, 2014

Una rosa amarilla para Gabriel García Márquez


"Lo único malo de la muerte es que es para siempre. Lo demás, todo es manejable. Pero esta sí que es una trampa, habernos metido en esto tan difícil y después... Yo jamás pensé en mi muerte. Empecé a pensar en eso hacia los 60. [...] Fue una noche, estaba leyendo un libro y de repente pensé «¡Caray, me va a pasar, es inevitable, es así!». Antes no había tenido tiempo de pensar en eso. Y de pronto… «¡Paf! ¡Caray, que no hay escapatoria...!»"  Gabriel García Márquez.

 
 
Ahora es para todos Gabo, Gabito, el Gran Gabo!!!  
Todos lo conocieron, todos lo leyeron, todos lo admiran...
La muerte engrandece aun lo grande.
          Se murió Gabriel García Márquez.
          No lo puedo llamar con ninguno de esos apodos cariñosos porque realmente lo conocí sólo por su obra y por algunos hechos de los que fue protagonista.
          Lo conocí cuando me prestaron  -poco después de editado-  Cien años de soledad, aunque siempre preferí El coronel no tiene quien le escriba y muchas de sus crónicas periodísticas, sus reportajes, en el sentido original de la palabra.
          Cuando era catedrática de Literatura Hispanoamericana en la Gemeente Universiteit y en la Vrije Universiteit de Amsterdam tenía que estar actualizada y creo que leí y dicté cursos sobre casi toda su obra incluyendo sus artículos de El país.
No siempre me entusiasmaba: su realismo mágico era demasiado mágico para mí, persona urbana. A menudo no me atraía ese pintoresquismo que atraía como locos a los europeos porque lo veían lejano a su historia… Aunque ahora soy yo la que veo tantas situaciones dignas de Macondo que creo que las palabras del Presidente Santos ante su muerte se podrían aplicar a otros lares.
Santos dijo que [antes de G. G. M.] “Colombia no existía en el mapa. Dio voz a nuestros silencios y a las leyendas de nuestros abuelos”. Y agregó: “Para nosotros, los colombianos, Gabo no inventó el realismo mágico sino que fue el mejor exponente de un país que es, en sí mismo, realismo mágico”.

Disfruté y disfruto mucho su discurso cuando le entregaron el Nobel.
Y los muchos artículos periodísticos y libros como El olor de la guayaba y La bendita manera de contar…
El general en su laberinto no me conmovió: soy demasiado sanmartiniana…


En 1998 hice un trabajo para la Maestría de Ciencias de la Legislación de la USAL & la Universidad de Pisa que titulé ANOTACIONES sobre Noticia de un secuestro para la materia Negociación Legislativa. Ese texto sobre el accionar y los métodos de la guerrilla me obligaron a reflexionar mucho sobre ciertos procedimientos convalidados en los años setenta… Terminé el trabajo y lo entregué en la oficina del Profesor –si no me equivoco en la calle Carlos Pellegrini-. No me ocupé inmediatamente de nada: a los dos días entré en una depresión muy profunda de la que tardé dos meses en salir. La depre era multicausal, pero hasta el día de hoy creo que ese libro fue un detonante… en mi sensibilidad bastante golpeada por ese entonces. Cuando me recuperé no se encontraban las actas y estaban perdidas las calificaciones del último año de la Maestría. Del trabajo nunca tuve la nota. Por lo menos me quedó el documento. Por lo tanto, nunca pude hacer mi tesis…
 

Gabriel García Márquez - Jorge Edwards - Mario Vargas Llosa - José Donoso
            Y hablando de tesis y volviendo al G. G. M. disfruté mucho la tesis doctoral de Vargas Llosa para la Universidad Complutense de Madrid sobre su entonces amigo: García Márquez: historia de un deicidio escrita en forma magistral.
             Ahí supe que Cien años de soledad había sido rechazado por Seix Barral. Carlos Barral le había respondido: "Yo creo que esa novela no va a tener éxito, yo creo que esa novela no sirve". También Guillermo de Torre, el cuñado de Borges, lector editor de Editorial Losada, le recomendó que se dedicara a otra cosa, que la escritura no era lo suyo…
             Alguien le sugirió que se comunicara con Sudamericana  en Buenos Aires.
             En Sudamericana estaba Francisco Porrúa que le dio el sí. G. G. M. mandó la primera parte porque no tenía plata para enviar todo el material. Entonces  -para que mandara el resto-  Sudamericana le envió el adelanto: 500 dólares. Ni bien salió fue un éxito total.
             La primera nota tal vez fue la de Tomás Eloy Martínez en Primera plana a quien se atribuye la expresión “el boom literario latinoamericano”, aunque se sigue discutiendo si no es de Emir Rodríguez Monegal que escribió en 1972 un libro sobre esa generación justamente con ese título: El boom de la novela hispanoamericana.

 
Regis Debray - García Márquez - Carlos Fuentes



 
 
 
 
 
 
 

G. G. M. & Fidel

En cuanto a su personalidad y su persona… a menudo tuve y tengo mis objeciones con G. G. M. en quien veía y veo bastantes inconsistencias entre su manera de vivir y sus preferencias y definiciones políticas.

En eso tal vez personificaba en sí mismo el realismo mágico con su devoción por Fidel, pero viviendo en Barcelona, Paris, México…

         Antes de ayer Mario Vargas Llosa declaró: “Ha muerto un gran escritor cuyas obras dieron gran difusión y prestigio a la literatura de nuestra lengua. Sus novelas le sobrevivirán y seguirán ganando lectores por doquier".  
      
       Nadie lo puede negar. 
 
G. G. M. & Mario Vargas Llosa cuando todavía eran amigos
            Dicen que se mostró acongojado.  
           Es muy  factible….
           Habían sido amigos íntimos… 
           Ellos y sus mujeres.
           Y Vargas Llosa lo admiraba como a un maestro: mucho.
                
           Pero nunca se volvieron a tratar desde aquel 12 de febrero de 1976 cuando se encontraron en la proyección privada de Odisea de los Andes en el Palacio de Bellas Artes de México y García Márquez se acercó a saludar a su antiguo amigo peruano y éste le encajó un terrible punch de derecha directo al ojo izquierdo mientras lo increpaba: ¿Cómo te atreves a venir a saludarme después de lo que me hiciste con Patricia en Barcelona?
           
           Patricia no es otra que la segunda mujer de Vargas Llosa, Patricia Llosa, su prima con quien se había casado en 1965, un año después de divorciarse de la primera, su tía política Julia Urquidi  [la de La tía Julia y el escribidor] cuyo matrimonio duró de 1955 (Vargas Llosa tenía diecinueve años) hasta el divorcio en 1964. Fuera del tema de la inclinación incestuosa que termina en matrimonio, los Vargas Llosa vivían en Barcelona con sus hijos Álvaro, Gonzalo y Morgana a una cuadra de dónde vivían los García Márquez.  
 
El knock out tenía una simple razón que venía desde mediados de 1975: la infidencia o, para hablar en argentino metropolitano, la buchoneada que se había mandado su querido amigo Gabo contándole a Patricia que Vargas Llosa tenía una relación amorosa con una azafata sueca que había conocido ni más ni menos que en el viaje que había hecho con su familia a Perú. Y era a Estocolmo adonde se había ido su marido sin mayores explicaciones a vivir su fogoso romance con la azafata.
Patricia entró en el desconsuelo y la bronca.
Pero ahí no quedaba la cosa. Vuelto arrepentido al nido catalán, después de discusiones y peleas con su mujer por su affaire escandinavo, vino la reconciliación.
Parece ser que Patricia le recriminó por su amante y también por cómo elegía sus amigos: su “amigo” García Márquez, además, se le había tirado aun lance proponiéndole que se vengara con él.  Si aceptó o no tal vez sólo lo sepa Patricia.
Hay otra versión de  la época que lo disculpa a García Márquez y le atribuye a él y a Mercedes quererle llenar la cabeza a Patricia para que se divorciara.
  
           Sinceramente creo que Vargas Llosa hizo lo que tenía que hacer: knoquearlo!!!

Y he aquí otra de mis objeciones a su persona… porque, encima, quienes no se enteraron en esa época, lo atribuyen a diferencias políticas o ideológicas…
           Mal informados! Ver la prensa de entonces.
El ojo en compota de García Márquez
después del punch de Vargas Llosa
 
Si García Márquez no hubiera tenido cola de paja para qué habría llamado a un fotógrafo para tener una foto a su ojo  en compota que, según algunos testigos, primero fue tratado con carne cruda que fueron a comprar a una carnicería cercana, foto que Rodrigo Moya, el que la sacó, recién la dio a publicidad en 2007.


Como me gusta conocer al ser humano detrás de las letras que es una forma de desacralizarlo, de hacerlo más humano, por lo tanto, más imperfecto. De este modo, aunque manifieste mis diferencias, el escritor es más cercano.  [No en vano mi tesis sobre Rodolfo Walsh se dedica a desacralizar a la literatura, ¿cómo no hacerlo con los escritores?]

Nadie duda del legado literario de Gabriel García Márquez y debemos agradecer por  el placer que nos da y nos darán sus obras que, gracias a Dios, seguirán vivitas y coleando….  
 
R.I.P.





Una rosa amarilla para que acompañe su alma.
 ® © A. S. Reflexiones impertinentes.
 
         Linkedin - Fbook: Ana Sebastián
 
         Twitter: @anasebastian27

lunes, abril 07, 2014

Victoria Ocampo, brillante, filántropa, discutible…


Foto Man Ray - Paris - 1922
 
          
Hoy es el aniversario del nacimiento de Victoria Ocampo en 1890, esa ariana que vivió su época, el siglo XX, a toda plenitud y que conoció a los principales personajes de su tiempo y a muchos los alojó en su casa de San Isidro o en la de Mar del Plata.
 
 
 
 
Tagore & Victoria
 
Entre ellos, a Rabindranath Tagore, de quien se cuenta que se enamoró platónicamente y que le dedicó este primer poema:

Mujer, que llenaste de tierna belleza

mis días de exilio,

y me aceptaste en tu cercanía

con una gracia pura

como la sonrisa de la estrella desconocida

que me saluda

mientras estoy a solas en el balcón,

fija la mirada en la noche austral.

 

Llegó la voz de lo alto: “Te conocemos

            pues llegas de la oscuridad del infinito

como nuestro huésped, el huésped de la luz.”

Así, con la misma voz fuerte me gritaste:

            “Te conozco!”

Y aunque ignoro tu idioma, Mujer,

            lo escuché expresado en tu música:

“Tú eres siempre nuestro huésped en esta tierra,

            poeta, el huésped del amor.”

San Isidro, octubre de 1924.

Traducido por el mismo Tagore del bengalí al inglés.

 

            No voy a hacer una biografía suya. Pero muchos de los que en un momento tuvimos la tentación a su denuesto especialmente por razones de sectarismo político  [no nos olvidemos que estuvo presa por antiperonista en 1953 durante casi un mes], no podemos  -cuando retomamos los personajes y los hechos desde una perspectiva más amplia, sin fanatismos, sin fervores ciegos-  dejar de darle un lugar preponderante en nuestra historia   -fue la única mujer latinoamericana en los  Juicios de Nürenberg-  y en nuestra literatura, así como en nuestro conocimiento y, por lo tanto, en nuestra sensibilidad.

Desde Sur  y por Sur  llegamos a conocer y disfrutar lo mejor de la literatura argentina e internacional  -y no sólo europea- como algunos pensábamos. También estaban los Krishnamurthi y el mismo Tagore. Además de grandes como Malraux, Camus, Roger Calloit, Waldo Frank,  Graf von Keyserling, José Ortega y Gasset,  Drieu La Rochelle, Henry Miller, Jacques Lacan… por nombrar algunos.

            En 2008 la Fundación Sur  encontró tres textos inéditos.  El segundo está dedicado "a Monsieur Edmond Rostand" [1868 – 1918], el poeta y dramaturgo francés, tal vez el más conocido en la época de nuestro Centenario, sobre todo por Cyrano de Bergerac, de 1897 y Les Romanesques de 1894 y el escritor preferido de Sarah Bernard.  Evidentemente es un poema de juventud… Se lo da por un soneto, aunque no da la métrica clásica.

Aquí va, Victoria, la femme du monde…

A Monsieur Edmond Rostand

Me gusta, triste, soñar por la tarde, cuando tañe la hora,

sea con el céfiro perfumado de la primavera

o de un invierno helado la brisa monótona

que de las campanas me trae un sonido claro y vibrante.

 

Me gusta imaginarme en una playa bretona

con su arena de oro y el océano inmenso

y la queja sin fin de las olas que resuena,

esas olas de tono glauco y espaldas de espuma.

 

Amo esos días de verano donde el sol cálido brilla,

el pájaro vuela borracho de luz y gorjea,

las flores perfumadas lo embalsaman todo y el prado es tan verde!

 

Pero lo que llega más a mi alma sensitiva,

lo que la hace llorar y la cautiva

es escuchar, oh Rostand, cantar su alma en verso!

 

® © Ana Sebastián, Reflexiones impertinentes.

miércoles, abril 02, 2014

2 de abril 1982

 
 
 


El 2 de abril de 1982 se casaba nuestro amigo Rudy, nuestro primer amigo en la GU, el primero que se acercó a hablarnos en la cantina del Spaans Seminarium de la Universidad de Amsterdam. Desde entonces fuimos y seguimos siendo amigos.

Nos preparamos para el casamiento, una verdadera fiesta, fiesta de surinameños.
Los novios saludando


 

Los novios bailando
 
Pero por esas veleidades que conlleva el ser argentino nos íbamos a encontrar con otra cosa en la fiesta: ni bien entramos nos saluda Rudy con un “¿Así que están en las Islas?”

¿De qué hablaba Rudy cuando no había medios globalizados ni internet ni nada? Y ahí nos explicó: los argentinos habían ocupado las Islas Malvinas.

            Gracias a Dios, dos días antes me habían dado mi diploma, me había recibido porque esa ocupación nos iba a cambiar la vida y no creo que luego de esa derrota hubiera seguido estudiando con el mismo ahínco.

Nos acordamos de cuando Dardo Cabo, en plena época de Onganía, se había mandado la cruzada de secuestrar el Douglas de Aerolíneas Argentina el 28 de septiembre de 1966 y desviarlo hacia las Islas para plantar la bandera argentina.


Dardo Cabo & María Cristina Verrier



Dardo Cabo, que provenía de Tacuara y formaría el MNA  -Movimiento Nacionalista Argentino-  en 1961, luego pasaría a Montoneros, dirigiría El descamisado y moriría siendo guerrillero a principios de 1977, no iba sólo en el vuelo 648. Con él iban María Cristina Verrier, su pareja, la única mujer del grupo.
También sus compañeros de entonces que luego tomarían diferentes rumbos políticos: su segundo, Alejandro Armando Giovenco  -seguiría en la derecha peronista y terminaría en el CNU [Concentración Nacionalista Universitaria], estaría en el Palco de Ezeiza y moriría luego de que le explotara la bomba que llevaba para colocarle no se sabe a quien en Corrientes y Uruguay [si no me falla la memoria], Juan Carlos Rodríguez, Diego Cursi, Aldo Omar Ramírez, Jesús Salcedo, Ramón Adolfo Sánchez, Edelmiro Ramón Navarro, Edelmiro Ramón Castillo, Juan Carlos Bovo, Víctor Chazarreta, Pedro Bernardini, Fernando Aguirre, Fernando Lizardo, Luis Francisco Caprara, Ricardo Alfredo Ahe, Norberto Eduardo Karasiewicz.

Cabo - Rodríguez & Giovenco
 
Plantaron las bandera argentinas. Como mediador con las autoridades inglesas, actuó el sacerdote católico Rudolph Roel que los hospedó en su parroquia de Santa María.

Finalmente, luego de que las banderas flamearan durante 36 horas en las islas, se cantara el himno nacional y se diera el sacerdote diera una misa, fueron embarcados y llegaron a Usuhaia el 3 de octubre.
 

Pero volviendo al 2 de abril de hace 32 años…, no es lo mismo vivir algo semejante cuando uno se ve sometido al exilio que cuando uno está en su país.

El espíritu patriótico era tan intenso que inmediatamente nos pusimos en movimiento casi todos los exiliados de Europa.

            Nosotros llamamos a Buenos Aires para que nos contaran cómo se vivía.

A los dos días estábamos comprando una radio onda corta para poder oír la RAE, Radio Argentina al Exterior, y gracias a ese aparato oímos a Galtieri cuando quiso ser Perón y nos conmovíamos hasta las lágrimas cuando escuchábamos a la multitud que se vivando a la Patria... Y cuando terminaron cantando el himno a más de 14.000 km de distancia llorábamos a moco tendido.

            Ver link: http://youtu.be/9JGhRNAZmwo

 
Wiemer Emmelkamp - 1981
No todos estaban de acuerdo con nuestro pensamiento y sentimiento. Perdimos varios amigos holandeses, entre ellos, a Wiemer Emmelkamp, viejo resistente holandés que había protegido a los republicanos que habían podido huír de la Guerra Civil Española, y que, durante la Segunda Guerra Mundial sería el hombre de contacto para esconder, proteger y tratar de salvar a  los perseguidos de De Vonk  -La chispa-, uno de los primeros grupos en luchar contra los nazis. A Wiemer lo conocíamos desde casi las primeras semanas de nuestra llegada gracias a la gente de Amnesty International. Fue una especie de tutor nuestro, anarco, culto, lo apreciábamos mucho, con el que hablábamos de literatura, de historia, de política. Todavía tengo el pequeño diccionario y los libros de literatura francesa que había sido de él, que era profesor, porque sabía que nos gustaba la literatura y a mí , muy especialmente, la francesa. Pero se indignó cuando supo que nosotros teníamos nuestro corazón latiendo por esa guerra y que nos íbamos organizando, aunque algunos argentinos estuvieran en desacuerdo.


Incluso participamos en una marcha que se hacía por la paz en El Salvador como una última columna con una bandera argentina   -que yo había cosido para otro fin en el 78-. Y muchos de los que marchaban se querían distanciar de nosotros…

Publicamos una solicitada en el diario más leído de Holanda en la que explicábamos nuestra posición con los puntos fundamentales:

éramos refugiados políticos,

no estábamos con la Junta,

estábamos en contra de cómo la prensa holandesa trataba el tema

y sobre todo LAS MALVINAS SON ARGENTINAS.

y poníamos una casilla de correo para que se comunicaran con nosotros.

La pagamos nosotros, de nuestro peculio personal o familiar, mejor dicho, la publicaron, pero suprimieron el párrafo que aludía a la prensa holandesa…

Después de esto nos llamaban de las radios y de la televisión, pero nos advertían que teníamos que si éramos muy pro-argentinos sería difícil.

El 1º de mayo se hacía un gran encuentro de distintos partidos por el Día del Trabajador que tenían mesas con sus representantes. Estaban todos los partidos, incluso representantes de algunas organizaciones que no eran holandesas.
Nosotros hicimos un volante del mismo tenor que la solicitada y fuimos a repartirlo mesa por mesa. Ni bien lo veían, nos lo devolvían o lo dejaban ahí.
Nosotros seguíamos a la mesa siguiente sin mirar siquiera qué partido era. De pronto en una mesa, se levantan los representantes y nos abrazan: eran la mesa del IRA. Lógico… Faltaba que nos dijeran “¡Compañeros!”
La verdad, la situación nos hizo reír.

Por la radio de onda corta oíamos las noticias y festejábamos con lo del Sheffield o llorábamos con lo del Crucero Gral. Belgrano.

En mayo nos reunimos en París, sobre todo los peronistas y algunos otros compañeros, aunque entre los troskos había muchas diferencias.

En el Metro de Paris 1

En el Metro de Paris 2



 
Caminando por París para renovar el ánimo...
Fuimos a París y nos encontramos con los que venían de Suecia, de Suiza, de España y del resto de Francia. Y ahí veíamos qué podíamos hacer, tal vez con mucha ingenuidad y mucho dolor.
 
 
 
 
 
 
Salimos de la reunión y nos fuimos a hacer boludeces hilarantes como buenos argentinos, para descomprimirnos un poco. Y las hicimos.

Boludeando en París                          Detalle de Boludeando en Paris
 


En Holanda nos apoyaban los surinameños, los indonesios, los turcos, los marroquíes que querían Ceuta y Melilla para ellos, los gallegos que querían Gibraltar y, como dije, los irlandeses…

Gracias a Rudy pude lograr hablar en un programa de Radio Stad – la radio de la Ciudad de Amsterdam-  y pude decir  -porque el conductor, de quien no me acuerdo el nombre, también era un surinameño- todo lo que pensábamos y me entrevistó durante todo el tiempo que tenía. Fue una de mis primeras intervenciones públicas en neerlandés y me despaché utilizando una palabra que recién conocía loopjongen = ‘cadete’, ‘chico de los mandados’ aplicándosela al General Alexander Haig que había sido enviado como negociador. La frase al menos dio resultado porque nadie se la esperaba.

Tuvimos varias algunas respuestas de otra gente, intelectuales, especialistas en literatura africana, sudafricanos que vivían en Holanda e incluso de quienes eran diplomáticos de carrera. Entre otras, la de Miguel Barnet, el escritor cubano autor de Biografía de Cimarrón, que acababa de salir en neerlandés, y en su charla defendió públicamente la causa de Las Malvinas.

Para colmo a nosotros nos habían enseñado de chicos que la fecha efeméride de Las Malvinas era el 10 de junio.

El 14 de junio fue terrible, doloroso.

Quedaba una frustración para el verano europeo…  

Finalmente nos fuimos a Italia y pasamos por Génova porque nos habían dicho que allí podríamos encontrar fainá que no había en Roma. Llegamos a Génova y no encontrábamos nada. A vos se te ocurrió preguntarle a un cura “porque  -dijiste- si un cura en Italia o en España no sabe dónde se come algo, no existe”. Y el cura sabía. No respondió: en i vicoli. Y allí fuimos a los i vicoli, los pasajes estrechos de Génova y encontramos un lugar en donde vendían fainá y tengo una foto en que estoy casi atragantada de tanto comer… Y compramos una entera y nos mandamos a Roma a ver a nuestro amigo Juan José… que cuando nos atendió por el portero y preguntó quién era le dijiste: “¡Los Gurka!”

 
Juan estaba solo en ese momento. Y también estaba triste por lo de la guerra… Igual nos recibía como siempre cuando llegábamos a su casa. Aunque cuando le dijimos que habíamos pasado por Génova a comer fainá, puso una espantosa cara de orto y se hizo el interesante en su silla de ruedas… hasta que le dijimos: te trajimos también para vos. Y ahí cambió: Juan se puso comer fainá y había gurka que lo parara.


Juan, amigo, comiendo -no justamente fainá-,
te extrañamos!!






Juan comiendo y nosotros riéndonos





























A la vuelta veníamos llegando a la frontera de Alemania y se te ocurrió correr con  -si no me equivoco- un BMW y ni mirabas los carteles que anunciaban que había que bajar la velocidad… y seguías… hasta cuando viste ya la aduana y empezaste a sacar el pie del acelerador.

Cuando llegamos a la frontera, un oficial de la Bundespolizei ya había separado al del BMW, de modo que nos preparamos para el kilombo nada menos que en esa frontera.

El mismo oficial se acercó a nosotros y nos preguntó de dónde veníamos y adónde íbamos.

Si sabíamos que había que bajar la velocidad y que no habías bajado. Vos le respondiste que sí, que sabías…

El oficial nos empezó a mirar y empezó a caminar alrededor del auto… Se quedó mirando la calcomanía que había atrás… pegada en la luneta…

Volvió y preguntó de dónde éramos y se adelantó: ”Argentiniers?”

“Jawohl!”, le contestaste.

“¿Malvinas…? Gut… Gut… Argentiniers…!!!!  Ach Was!!! Weggehen!!! Weggehen!!! Auf Wiedersehen!!

“Tschüss! Tschüss!”  le dijimos nosotros más rápidos que ligeros. Y saliste como un tiro para Holanda…

La calcomanía de “Las Malvinas son argentinas” con el dibujo de las dos islas nos había salvado de la policía alemana. 

Por el retrovisor vimos al BMW parado al costado de la Aduana…

No sé qué pasará con Las Malvinas…

Sé que aquí homenajeo a los que lucharon y cayeron allí, a los veteranos y quiero traer el recuerdo de todos los que sufrimos durante tanto tiempo esas vigilias por la patria lejana que tratábamos de esconder y endulzar con chistes, ironías, imitaciones, boludeces… incluso con fainá… Y de todos los que nos bancaron como Rudy y el locutor cuyo nombre se me perdió con el tiempo…

 

®© De Memorias impertinentes, A. S.

Linkedin - FB: Ana Sebastián
Twitter: @anasebastian27