Serie: Textos de escritores amigos
JOSÉ RENTES DE CARVALHO
Dos culos, tango y manteca
Sería cruel diseñarle el físico o describir los tics. Baste
notar que es del tipo Stalker, hace años que en uno u otro evento viene derecho
hacia mí, la sonrisa lista, la cámara a manera de una pistola.
La mano apretada, va derecho al asunto, esperando dejarme
pasmado o por lo menos que sonría.
Esta vez fue su mítico viaje por Europa en 1970. ¿Habrá dicho en
el 72, en el 69? No oigo bien, siempre hay mucha gente, mucho barullo, por mucho menos se me va la
atención. Pero poco importa.
Él cuenta que ni bien llegó a Amsterdam se quedó de inmediato
boquiabierto. Y no por los canales ni por las jóvenes esbeltas, rubias,
desinhibidas, por la inseguridad de saberse unos metros abajo del nivel del
mar. Fue, sí, por un cartel en la
marquesina de un cine, propaganda para aquel entonces del muy discutido
film Los cuentos de Canterbury.
- Era gigantesco. ¡El nombre de la película en letra muy chica y
dos culos muy grandes, realmente muy grandes y mirando hacia la calle! Por acá
nunca se había visto eso. Todavía estábamos muy atrasados.
Después fui a Paris. Por causa de Marlon Brando en Último Tango en París. Acá no se podía.
¿Viste?
María Schneider y Marlon Brando |
- Sí.
- Entonces ya sabés, pero para mí fue una novedad. ¿No es que la manteca se usa sólo para untar el
pan, no? ¿Me comprendés, no?
Seguro de mi respuesta, se dio vuelta, me dio la espalda. Se fue
con la cámara a apuntar a otro.
®©José Rentes de Carvalho, mayo 27, 2013
®©Versión libre autorizada: Ana Sebastián, 2015.
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