EL CORSO A
CONTRAMANO!!!
“La ignorancia no
se aprende.”
Gerárd de Nerval
Estatua Sarmiento en Boston, Mass. |
En Boston, Massachusetts
hay una estatua en su honor. Y si bien se puede disentir en mucho de su
actuación política, nadie puede negar su papel en la educación que llevó
Argentina a ser el país con mayor índice de alfabetización de toda América y
aún en un nivel muy alto comparado con ciertos países europeos.
Fui formada en la
educación pública y Mercedes Alas, la maestra que me preparó para entrar al Normal
Nº 1 de Profesoras Roque Sáenz Peña, mi querida amiga recientemente ida, me
tenía de un lado para otro entre El habla
de mi tierra del Padre Ragucci y el Manual
de ingreso porque si no dabas un puntaje mayor de 8,50 no entrabas…
Me
preparó de tal manera que cuando, años más tarde, tuve que reemplazar a un
colega mío en la Vrije Universiteit de Amsterdam en Literatura española del
Siglo XX usaba lo que quedaba en mi memoria de lo que Mercedes me había
enseñado para interpretar la poesía lorquiana a los doce años para ingresar al
Normal.
Una por una nos probó la Profe de Música y me dijo: “Usted!,
afuera!”
Y no me pude escapar más en el coro… Pero era lógico, si cuando yo
canto, mis perros lloran y mis gatos aúllan y los humanos me suplican que me calle…
¿Quedó frustrada una cantante lírica, popular, rockera…?
Y sí, pero no por la
profesora ni por el músico, sino porque no tengo oído ni voz para cantar.
Nunca
me sentí estigmatizada porque me gastaban y me gastan con mi voz.
Nunca lo viví
como un castigo.
Y esto que me pasó a mí, le pasó a otros en otras disciplinas
o mettiers.
Ayer, esperando y
protestando en la cola de un banco porque había diez ventanillas, pero sólo un empleado atendiendo, empecé a
hablar con una compañera circunstancial de cola de banco a la que se le veía el
guardapolvo de maestra bajo la campera.
Me contó que ahora
no podían calificar porque si le ponían una mala nota a un chico o tenían
problemas de violencia de los padres o hermanos o, cuando venía la inspección,
le abrían un sumario al docente y, eventualmente, al director que lo permitía.
Y que tenían la orden de hacer pasar a todos con 7 porque si no quedaba mal el
Ministerio.
Pero no sólo eso,
no tenían que corregir los errores ortográficos porque ahí también si el
inspector se enteraba, empezaban un sumario. A tal punto que ella -me aclaró- a
su hijita le corregía las faltas y le decía que no lo contara su propia
maestra. Y encima estaba indignada porque no se permite jugar, por ejemplo, al trencito de nenes y nenas en el jardín porque antes se hacía con cintas o elementos de color rosa para nenas y celeste para nenes. Y ahora dicen por resolución escrita que eso podría dañar a los chicos que algún día pueden llegar a tener “otra preferencia sexual”.
¡SÍ, ASÍ COMO LO
LEEN! No lo inventé y lamento no haberle preguntado el nombre a esta maestra y
madre joven preocupada por lo que será nuestro futuro.
La conversación
terminó cuando la llamaron a la ventanilla: “¡Quieren un país de burros!”. Y yo
le respondí: “¡Tenés razón, suerte!!” Hoy me desayuné con la Resolución de la Provincia de Buenos Aires que no es que iguala para abajo, baja todo… con el argumento del “estigma” y la “equidad” y la “igualdad de oportunidades”.
Lindo homenaje a
Sarmiento y a todos los maestros que hicieron de la Ley 1420 ley un elemento
fundamental de la integración social de los hijos de nativos e inmigrantes en la
escuela pública, con el guardapolvo blanco para igualar y para que no se distinguiera el
hijo del doctor del hijo del verdulero o de la lavandera gallega recién llegada.
Los
abanderados ya no serán por mérito sino por compañerismo, popularidad, etc.
No
se podrá aplazar a los chicos que no estudian, etc.
Y encima con el
artilugio mágico de cambiar hasta la aritmética y poner un 4 en vez de un 1 o
un 0 porque “un 4 acerca más a un 7”. [Tal vez se refieren al 7 en el sentido
metafórico porteño…]
O sea, somos tan
buenos en la demagogia que no sólo sacamos las amonestaciones, no podemos echar
al chico que violenta a sus compañeros con el bulling, no exigimos exámenes, no podemos usar el término “boletín”
porque tal vez no es fashion.
Somos unos genios
demagógicos que pensamos que el facilismo es lo que nos generará empatía. Y por
eso cambiamos hasta la aritmética y ahora el 1 es 4!!
Sigamos así con
alumnos del secundario que no leen ni escriben en cursiva y que, cuando van al
C. B. C. con ingreso irrestricto, no entienden un texto mínimamente complejo. Y
lo digo con conocimiento de causa…
Sarmiento, en tu
homenaje, por lo que hiciste por la educación y por la reivindicación de
nuestra cultura y nuestro idioma y en agradecimiento a haber salido de esa
escuela dura que era en esa época, el Normal Nº 1 de Profesores creada por vos,
va este himno cantado por alguien que sabe cantar…
Vaya el homenaje a
todos los maestros que me formaron desde la Escuela Dominguito de la calle
Echeverría hasta el Normal y la Facultad de Filosofía y Letras, la Geemente
Universiteit van Amsterdam y los otros que en otras instancias supieron ser
Maestros con mayúscula!
Ah, me olvidaba: me
alegro de haber sido abanderada por mérito y no porque mis viejos le hicieran
mejores regalos a los maestros en su día
Y sigamos así creando ignorancia... Pero, ojo!!! La ignorancia también es atrevida!!!
Y sigamos así creando ignorancia... Pero, ojo!!! La ignorancia también es atrevida!!!
®© Ana Sebastián.
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