En el Gmail hoy te anuncian que es el Día de la
Independencia. Tal vez con tantas fiebres y tantas roscas algunos se lo olvidaron.
Anoche a las 0 horas sonaba un himno insípido casi sin fuerza, sin voz, sólo instrumental en varias emisoras de aire. Me acordé de cuántas veces cantamos ese himno con alegría, cuántas con pasión y cuántas con congoja en la garganta. Y me dio tristeza, un poco de pena por nosotros mismos. Me acordé de la nieve de hace un año - si no me equivoco- y decí que también me acordé de que un 9 de julio engendramos nuestro hijo. Por él, por el que vivimos, por él que sufrió nuestr historia, por él que nos hacía estos dibujos de guerreros casi niños cuando apenas tenía tres años y por ese himno y esa patria que, con dolor, le inculcamos amar, hoy posteo su dibujo y un poema mío publicado hace más de una década.
Historias
¿Y eso? Decime
qué va ser ahora
de esos jóvenes
que hace ya tantos años
se pudren.
No. No sólo los nuestros,
los de cualquier parte,
los que murieron
con una ilusión
de un mundo nuevo
en los labios enterrados
con cualquier bandera,
eliminados con cualquier consigna.
¿Los tacharon de la memoria?
¿Los convertirán en los malos
de la telenovela?
¿Quedarán como los grandes
boludos del siglo XX
los que querían cambiar
la historia,
ahora que es transparente como un vidrio
que la historia
no absuelve nada más
que a los que ganan
y, por lo demás,
miente, miente, miente?
de Objeto directo, Libros de Alejandría, 1999.
1 comentario:
Muy emotivo querida Ana.
AnaNeve...
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