GÉRARD DE NERVAL - GÉRARD
LABRUNIE
[Paris 1808 – 1855]
[Paris 1808 – 1855]
“Ne m' attends pas ce soir, car la nuit sera noir et blanche.”
Menospreciado, sólo considerado por
algunos como “gentil poeta” [Sainte –
Beuve] o “brillante traductor”, “polígrafo
de talento” [Víctor Hugo] y aun como “simpático
bohemio” por Baudelaire, desconocido durante décadas en la misma Francia hasta
que Aristide Marie publicó Gérard de
Nerval, le poét, l’ homme en 1914, es uno de los cuatro denominados “pequeños
románticos” franceses.
Prof. Manuel Lamana |
Y yo rendí esa materia por habérselo
prometido a mi amigo Diego Ruy Frondizi antes de que fuera asesinado el 8 de
marzo de 1971 y me ayudó a prepararla otro personaje, su padre, Don Ricardo
Frondizi, que merece un capítulo aparte.
Ésta fue la última materia que rendí
hasta volver a Letras. Vuelta no ya al edificio de Independencia, sino al
antiguo Hospital de Clínicas –hoy Plaza Houssey- convocada por Paco Urondo, recién liberado el
25 de mayo de 1973 después de pasar 100 días en Villa Devoto, nombrado por el
reciente rector Rodolfo Puiggróss como Director de la Carrera de Letras.
Paco me pidió que fuera su
asistente con el argumento de que él era un “poeta,
pero no un académico”… ¡Qué argumento, qué carisma y qué modestia!!! [No
puedo salir de mi estupor y de pensar en él cuando veo a tantos intelectualoides
que se las dan de lo que no fueron ni serán engoladamente como si la supieran
todas y más cuando veo y oigo a muchos invocar su nombre en vano…] Si lo
hubieran conocido…
Volviendo a Gérard de Nerval nació
un día como hoy, primavera en París, 21 de mayo de 1808 como Gérard Labrunie. Su
padre estaba sirviendo en el Ejército de Napoleón como médico militar. Cuando él
tenía dos años se murió su madre y quedó herido de por vida…
Comenzó a escribir muy joven:
poemas patrióticos, típicos de un adolescente admirador de Napoleón, de quien
se consideraba su hijo!!!
A los veinte años publicó una
traducción del Fausto de
Goethe y esto le permitió comenzar a conectarse con el mundo de las letras.
Alrededor de 1830 empezó a meterse
en el periodismo en La Jeune – France,
escribiendo crónicas teatrales y fantasías ligeras. Allí conoce a los jóvenes
románticos Pétrus Borel, Théophile Gautier, Léon Gozlan. Arsène Houssaye, Philothée
O’Neddy y otros. En el teatro colaboró con Alexandre Dumas, Joseph Méry y August
Maquet.
Comenzó a vivir en el mundo de la bohemia
literaria de su tiempo.
Entre otras cosas, para halagar a Jenny Colon, la actriz de quien estaba locamente enamorado, dilapidó la herencia de su abuelo que era para destinar la fundación de la revista Le Monde dramatique.
Gérard de Nerval |
Entre otras cosas, para halagar a Jenny Colon, la actriz de quien estaba locamente enamorado, dilapidó la herencia de su abuelo que era para destinar la fundación de la revista Le Monde dramatique.
Jenny Colon interpretando Sarah, la Folle |
En febrero de 1841, de vuelta de un
viaje a Alemania, tuvo que ser internado en un sanatorio debido a una de sus
primeras crisis de locura. Aparentemente fue allí donde escribió los primeros
versos de Las Quimeras en donde plasmó
casi todas sus alucinaciones en sonetos, tal vez utilizando esta forma clásica
como una necesidad íntima de orden ante su estado mental. Las Quimeras son el resultado de la
demencia. Después de que le dieran el alta, Nerval viaja a Oriente: Egipto, Siria, Rodas,
Chipre y Constantinopla y de ahí su Viaje
al Oriente, publicado años más tarde, uno de los libros más
fascinantes en donde mezcla su experiencia, sus lecturas y lo real con lo
imaginario…
Nerval, que siempre sostuvo ser
hijo natural de Napoleón, trató de mantenerse activo entre sus momentos de
razón y sus recaídas en la demencia. Reunió todos sus escritos y los corrigió y
los dio a la imprenta: Los
iluminados [1852], Pequeños
castillos de bohemia [1853], Las hijas del fuego y Las quimeras [1854] y Aurélia [1855], un adelanto de la literatura más vanguardista
en donde el inconsciente y la locura están presentes.
Considerado un simple cronista de
la vida artística de su época, tardó mucho en ocupar el lugar que merecía como
fundador de la poesía moderna, aunque ahora volvió a ser para muchos un ignoto.
Su lenguaje onírico y fantasioso con el que mostró la
interrelación del mundo real y sobrenatural así como el del esoterismo como sus
referencias al Tarot, influyó, y en mucho, en el surrealismo, a tal punto que
es André Breton quien lo rescata en su Manifiesto
surrealista: “Efectivamente, parece
que Nerval conoció a maravilla el espíritu de nuestra doctrina.”
En sus escritos aparecen reflejados sus propias experiencias y
sus sueños, como en Aurélia que
aborda los temas del amor perdido y la salvación religiosa. De los relatos de Las hijas del fuego se destaca Silvie con extrañas reminiscencias de la
juventud y la belleza perdidas. Los sonetos de Las quimeras 1854 están marcados a fuego por la desesperación.
Otra vez internado durante el
invierno en el sanatorio, cuando sale no tiene vivienda fija. En ese juego
siniestro entre la locura y la razón, le escribió una nota a la tía en cuya
casa se hospedaba: «No me esperes esta
tarde, porque la noche será negra y blanca».
Ipso
facto se ahorcó colgándose de un farol en
la madrugada del 26 de enero de 1855 en un callejón parisino.
Por eso hoy quiero celebrar su
nacimiento…
® © A. S. De Reflexiones impertinentes.
Continuará con los poemas traducidos en 1971.
Linkedin - FB: Ana Sebastián
Twitter: @anasebastian27
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