CASTIGOS
Hoy es domingo en el cielo
y a esta altura de su muerte
mi madre le estará planchando
las camisas a dios
y dios como es domingo escuchará fútbol
y desoirá los rezongos
de mi madre
y la amenazará con un
infierno mayor que el de planchar
camisas celestes
y mi madre fruncirá la frente
y puteará por atrás,
y se acordará de mí puteando
de amor por teléfono de mí sin alma
de costurerita
de planchadorcita
y sin que dios se dé cuenta
le prenderá una vela
a mi alma que del bando de los vencidos
y dios indiferente a las arrugas de mi alma
seguirá discutiendo si ese gol
era o no un orsai.
de Yuyo verde - Noticias, Libros de Tierra Firme, 1988.
Escrito en Amsterdam a la memoria de mi madre Celia Vázquez, de quien me gustaría poner una foto en este blog y a quien hoy le prendo una vela yo. A ella y a todas mis madres postizas que la vida me deparó: mi abuela Manuela, mi abuela Ana, mi tía Elvira -que nunca tuvo hijos salvo mi padre y yo-, mi tía Sara y a Cata, mi suegra sin que nunca me haya casado, por su recuerdo y por su amor incondicional y por todo lo que nos supieron dejar, por esos fantasmas que a veces cruzan las habitaciones de esta casa. oct. 15, 2006. AS.
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