martes, noviembre 16, 2010



"Es más fácil destruir un átomo que destruir un prejuicio." Albert Einstein.

Finalmente salió este libro que es la síntesis de años de investigación, estudio, trabajo, discusiones y dolores de cabeza en el que expongo todo lo que vengo sosteniendo desde hace tiempo sobre temas como la lengua -elemento identitario de una sociedad-, el poder, los prejuicios, la exaltación o la burla ante los comportamientos lingüísticos según piacere, las situaciones de la lengua, la impostación, los usos.


Todo esto basándome en quienes me precedieron y están en el mismo tenor en este tipo de estudios y contra el pintoresquismo, el desprecio, la subestimación de algunas formas o hablantes y la sobreestimación de otros o de quienes se regodean en esa nueva forma que permitiría entrar en el terreno de los medios hispanos internacionales: el engendro del español neutro.

Trato -al estilo de J. M. Gutiérrez- la desvinculación de la dependencia lingüística de España y de clichés como "el español de Buenos Aires" o "el lunfardo: vocabulario del malvivir" o el mismísimo español neutro. En fin, expongo los elementos para demostrar que el porteño extendido es una lengua en toda su dimensión e intento su reivindicación como argentino metropolitano y como idioma nacional como se solía decir cuando teníamos la intención de ser una nación.

Diseño y composición: Alejandro Sicilia
Ilustración de tapa: El simulador - un chamuyero de Ariel Quiroga.
Adquisición vía este blog.